Si eres un banquero sin escrúpulos y disfrutas machacando a tus becarios, no debes demostrarlo por escrito en un correo eléctronico. Esta es una lección que probablemente tardará en olvidar Justin Wank, un analista de Barclays que fue despedido la semana pasada por el email que mandó a sus nuevos internos.
A medio camino entre la ironía y el sadismo, el correo electrónico arranca con un "Bienvenidos a la selva" para, acto seguido, detallar el decálogo de duras exigencias y sacrificios que se espera de los becarios durante su programa de de formación.
"Durante nueve semanas viviréis y moriréis por estas reglas", señala el escrito, que más adelante apunta que se espera de los becarios que "sean los últimos en abandonar la oficina cada noche" y que lleven una almohada a la oficina para dormir "debajo de la mesa de trabajo" en el "muy probable caso de que tengan que pasar la noche en la oficina". El analista también recomienda a sus pupilos llegar antes que él a la oficina, y les emplaza a no acostumbrarse a llegar a la oficina a las 9:15 de la mañana, horario al que están citados el primer día.
Wank también les recuerda a los becarios que se les asignará un mentor. Les recomienda que le traigan desayuno a este mentor, si bien especifica que cada uno tiene sus particularidades en la materia. A su vez, señala que esas 9 semanas no van a ser nada fáciles, que su vida se convertirá en su trabajo y que "quien no aguante el calor que salga de la cocina".
El polémico correo electrónico, hecho público por The Wall Street Journal, le ha costado no uno sino dos trabajos a su autor. Según asegura el portal Gawker, Wank tenía previsto incorporarse este verano a la prestigiosa firma The Carlyle Grup. Después del polémico correo, el analista ha perdido tanto su trabajo en Barclays como el futuro puesto al que se iba a incorporar en unos meses.
Por ello, a partir de ahora, el decálogo se va a recitar de viva voz, en lugar de enviarlo por email para que quede registrado.
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