La familia Carulla se ha pillado los dedos en el aeropuerto de El Prat de Barcelona. Eat Out, división de contratación del Grupo Agrolimen, se "desangra en pérdidas" en el hub aéreo barcelonés. El resultado es que la empresa se estaría replanteando su continuidad en la instalación tras recabar cifras negativas.
"Eat Out ganó la concesión de la mayoría de establecimientos de comida en El Prat en 2008 vía PansFood Sa, una filial.
Con el paso del tiempo, dos elementos han lastrado la cuenta de explotación de la firma: la aplicación de un convenio superior al que pretendían y el pago de un alto canon",
indican fuentes del sector de las colectividades.
Pérdidas
El mal resultado de la concesión en el aeropuerto del Prat, donde Eat Out controlaba el 70% de las enseñas de alimentación, agravará la situación económica de la división.
En 2015 y según publicó El Confidencial, Agroalimen tuvo que compensar pérdidas de 14,3 millones de euros en su participada.
La mala situación del brazo de restauración rápida ha tenido varias consecuencias en la empresa. "El año pasado Eat Out sustituyó a Ignacio Ferrer por Sergio Rivas como director general. Pese a que venía con la vitola de directivo de éxito, no ha funcionado", explica un consultor del sector.
De hecho, Agrolimen, con una participación del 100% en la firma, sopesa venderla por falta de rentabilidad, agregan las mismas fuentes.
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