El 12,3% de los vendedores,
reponedores o dependientes de nuestro país trabaja en grandes superficies como
Ikea, Fnac, Leroy Merlin, MediaMarkt, Carrefour, Alcampo, Tendam (Cortefiel) o
El Corte Inglés. Suman casi 232.200 empleados en su conjunto y son un motivo de
orgullo para la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución
(Anged), la patronal que agrupa las 20 mayores empresas del sector.
El empleo estable y de calidad es
uno de los pilares de Anged, o así lo destaca en su último informe anual
(2017), presentado este martes. El 77% de los trabajadores de las empresas a
las que representa tiene contrato indefinido —cuatro puntos por encima de la
media de la economía española—, pero no es oro todo lo que reluce. Uno de cada
dos contratos (47,9%) es a tiempo parcial, es decir, cuatro horas diarias (con
suerte).
Esto se traduce en unos sueldos
no superiores a 700 euros en la mayoría de los casos, una cantidad con la que
es complicado salir adelante en ciudades como Madrid —a menos que ese trabajo
se compatibilice con otro—. A los bajos salarios se suman los problemas para
conciliar, la nula remuneración adicional en domingos o festivos y las horas
extra, un balón de oxígeno para muchos vendedores que no consiguen llegar a fin
de mes.
No obstante, Anged está
trabajando para mejorar la calidad de su empleo y pone un dato encima de la
mesa: el 65,8% de los trabajadores tiene una antigüedad superior a cuatro años
en la misma empresa —ocho puntos por encima de la media nacional—, pese a la
ofensiva de competidores como Lidl o Mercadona, ambos fuera de esta patronal.
Las citadas cadenas de
supermercados han abierto una guerra de sueldos para demostrar quién paga mejor
y cuentan con un convenio colectivo propio, con tablas salariales superiores a
las del último convenio de grandes almacenes firmado por patronal y sindicatos
en 2017. "Hemos alcanzado un acuerdo que recoge la unidad de todos para
encarar los grandes desafíos del sector (...) como la conciliación laboral y
familiar, la jornada anual, las mejoras de los contratos y el aumento de los
salarios", defiende Alfonso Merry del Val, presidente de Anged.
"Ese esfuerzo de empresas y
trabajadores debe ser correspondido por las administraciones con un entorno
normativo seguro, estable y sencillo, con soluciones responsables" en
materia fiscal, financiera o autonómica, prosigue. Las restricciones al libre
comercio, las trabas burocráticas y las enormes diferencias entre comunidades
autónomas siguen sin dejar dormir a las compañías del sector. Eso sin contar
con la irrupción del 'rey' Jeff Bezos (Amazon), el empresario más temido del
mundo.
La patronal también destaca que
los contratos a tiempo parcial han caído un 1,9% en el último año, pero aún
representan casi un 48% del total. Pese a lo preocupante del dato, las grandes
superficies salen bien posicionadas si se comparan con su sector: el 61% de
vendedores en tiendas tiene un contrato de estas características en España,
según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) correspondientes
a 2017. La media nacional está en un 34,7% si incluimos todos los sectores.
Ese porcentaje de vendedores
(61%) registrados por el SEPE apenas ha variado desde 2013, si bien ascendía al
53% en 2011. No es posible compararlo con los datos de Anged porque no existen.
Es la primera vez que la patronal desvela cuántos de sus empleados trabajan a
tiempo completo y cuántos lo hacen a tiempo parcial.
El 25,6% de sus empleados se
concentra en Madrid, por delante de Andalucía (14,4%), Cataluña (12,9%),
Comunidad Valenciana (8,9%), País Vasco (7%) y Galicia (6,3%). Los más de
232.200 trabajadores están repartidos en 6.257 tiendas, 73 más que en 2016. Las
empresas de Anged facturaron 40.992 millones de euros el año pasado (+3%) y se
vieron afectadas por la limitación del poder adquisitivo de los salarios, la
climatología y las tensiones políticas en Cataluña, tres factores que siguen
golpeando al consumo.
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