La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, AIReF,
ha publicado este miércoles un gráfico con los datos actualizados de la
recaudación del Impuesto de Sociedades que facilita la Agencia Tributaria. Tal
y como ha manifestado su presidente, José Luís Escrivá en su cuenta de Twitter,
vienen a confirmar la amplia brecha entre los beneficios de las empresas y su
contribución a este impuesto.
Según ha apuntado José Luís Escrivá, el Impuesto de
Sociedades devengado en 2017 todavía no ha recuperado el nivel que las
compañías devengaron en 1999. Mientras que en el mismo periodo de tiempo el
resultado contable se ha duplicado.
Es decir, en lo que va de siglo la brecha entre la
contribución al Impuesto de Sociedades y los beneficios empresariales se ha
abierto 122 puntos.
El gráfico ilustra como pocos el debate ahora abierto sobre
la necesidad de reformar el Impuesto de Sociedades. El Gobierno ya ha anunciado
su intención de implantar un tipo mínimo del 15%, pero la lucha con sus socios
de Unidos Podemos está si ese mínimo se aplica sobre el resultado contable o
sobre la base imponible. El resultado contable se calcula, a grandes rasgos,
tras sumar todos los ingresos y gastos de la compañía en todos los países en
los que está presente. La base imponible de impuesto es la que resulta de
aplicar deducciones y desgravaciones. Es algo parecido a lo que ocurre en el
IRPF sobre los ingresos totales se aplica la deducción por aportaciones a
planes de pensiones o por alquiler en su caso y solo al final de la “cuenta” se
aplica el tipo de interés.
Las principales deducciones que se aplican las empresas son
por doble imposición de los dividendos obtenidos fuera de España, ajustes de
consolidación y compensaciones por pérdidas de años anteriores.
Efecto de la creciente internacionalización de la empresas
españolas y de la ingeniería fiscal
La diferencia entre ambas, como muestra el gráfico de la
AIReF es de 119 puntos. La diferencia principal se debe a la exención por de
imposición de los dividendos obtenidos por las compañías españolas en sus
negocios en el extranjero. En parte, la apertura de la brecha en lo que va
siglo también responde a la creciente internacionalización de las empresas
españolas en los diez últimos años.
Pero según viene alertando la OCDE desde hace años, no
siempre esos dividendos sujetos a la exención de doble imposición están pagando
impuestos en el país de origen. El organismo calcula que muchas multinacionales
logran evitar legalmente el pago de entre el 4 % y el 10 % de los ingresos
recaudados en concepto de impuesto sobre beneficios, es decir, entre esto es
entre 100.000 millones y 240.000 millones de dólares
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