Abertis encara un último trimestre que será largo en cuanto
a negociaciones y toma de decisiones. El 31 de diciembre pierde las concesiones
de las autopistas de Aumar (parte de la AP-7 y la AP-4), lo que le obligará a
hacer un ERE para los trabajadores que no pueda subrogar. Pero los recortes son
globales, también están afectando al área corporativa, y pueden ir a más, pues
la compañía ya tiene las manos libres para presentar un expediente de
regulación.
El pacto de accionistas de Atlantia, ACS y Hochtief, al que
llegaron en abril de 2018 para comprar conjuntamente Abertis, establecía el
compromiso de mantener los puestos de trabajo, así como de no modificar
significativamente las condiciones, en un periodo de un año. Entraba en vigor
en la toma de control efectivo de Abertis por parte de las tres empresas, de la
que hace ya 12 meses, por la que el año de gracia ha finalizado.
La casualidad ha querido que quede el camino libre para un
ERE justo en el momento más convulso para el rey español de los peajes en años
en lo que a negocio se refiere. Abertis se encuentra en conversaciones para el
convenio de su parte de autopistas con el comité de empresa, con mayoría de
CCOO, y los sindicatos lo que esperan son las cifras de despedidos en Aumar
para negociar medidas voluntarias y movilidad.
Pero, hasta ahora —la última reunión fue la semana pasada—,
la dirección de autopistas de Abertis ha negado el ERE con el argumento de que
todavía no tienen confirmación definitiva de la pérdida de las concesiones de
la AP-7 y la AP-4. El Ministerio de Fomento trabaja con Abertis desde
principios de año en la reversión de la concesión, están negociando las cifras
de subrogados e incluso el Gobierno lo anunció a finales de julio en Consejo de
Ministros. Pero la versión de la empresa no ha cambiado.
Abertis deberá
hacer un ERE para unas 160 personas por la pérdida de las concesiones de la
AP-4 y parte de la AP-7
Se espera que en las próximas semanas vean la luz los
pliegos del concurso de los cinco tramos en los que Fomento ha dividido los más
de 400 kilómetros de autopistas que gestiona Aumar. Cuando lo haga, Abertis no
podrá ya evitar lo inevitable, aunque el ERE como consecuencia de la reversión
de estos peajes no se ejecutará hasta enero, cuando formalmente la concesión
pasará a otra empresa, que se ocupará solo del mantenimiento.
Este expediente de regulación afectará solo a los empleados
de Aumar que no puedan ser subrogados. Las tareas que se mantengan con la nueva
concesión, algo que aclarará la publicación del concurso, comportarán que los
trabajadores que las realizan puedan continuar en su puesto de trabajo aunque
estén empleados por otra empresa. Todavía no se conoce la cifra definitiva,
pero Fomento baraja traspasar unos 140 de los 297 empleados de Aumar, por lo
que Abertis tendría que hacer un ERE para cerca de 160.
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