Parece que la inflación de los productos básicos no va a ser un quebradero de cabeza para políticos y economistas, durante al menos diez años. En el informe 'Perspectivas Agrícolas 2015-2024', realizado por la FAO y la OCDE se argumenta que los precios de los cereales, la leche y la carne entrarán en una década en la que los precios descenderán al principio para estabilizarse después.
Según señala dicho informe, "durante los próximos diez años, los precios reales proyectados caerán a unos niveles inferiores a los vistos desde 2009". El aumento de la productividad gracias las mejoras tecnológicas, la previsión de buenas cosechas y la caída del petróleo estarán detrás de esta caída de los precios.
"El desplome del petróleo afecta a los productos agrarios y los biocombustibles a través de diferentes canales. En el caso de los productos agrarios, un petróleo más barato reduce los costes energéticos y de el de los fertilizantes. Por ejemplo, en EEUU los costes energéticos y de los fertilizantes representan más del 30% de los costes totales de producción de los productos agrarios", señala el informe
Entrando en detalle, "se espera que el precio de los cereales retroceda a corto plazo como resultado de las cosechas históricas de 2013 y 2014, los elevados niveles de stock, el bajo crecimiento económico y la caída de los precios del petróleo. Por otro lado, a medio plazo se espera que los precios nominales suban ligeramente como consecuencia de los incrementos de otros costes de producción".
Por otro lado, se cree que el precio nominal del azúcar podría recuperarse a corto plazo de los actuales niveles, que son "realmente bajos, después de cuatro años de sobre-oferta en el mercado y la depreciación del real brasileño con respecto al dólar. Los productores de azúcar están ajustando su producción a la demanda".
Por otro lado, "el precio de la carne alcanzó niveles récord en 2014. Según las previsiones realizadas, el precio de la carne caiga con fuerza hasta el 2024 gracias a los aumentos de la productividad y la reducción de los costes de alimentación del ganado". En lo que se refiere a la leche, su precio ya inició una fuerte caída en la segunda mitad de 2014 debido a una fuerte reducción de la demanda en China. En los próximos 10 años se espera una recuperación de los precios nominales de la leche a medida que la demanda vaya recobrando su fuerza.
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