La hora trabajada por los
asalariados españoles en el primer trimestre del 2016, eliminados los efectos
estacionales y de calendario, costó a las empresas un 0,7% más que en el mismo
periodo del año pasado. Así consta en el índice de coste laboral armonizado
(ICLA) provisional, publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística
(INE). La variación –la undécima consecutiva–, sin embargo, presenta
importantes diferencias según los segmentos de actividad. Se da la
circunstancia de que los que más empleo están creando en los últimos meses –la
hostelería y el comercio– son los que ceden más salario, con caídas del 1,4% y
del 1,2%, respectivamente.
Si no se descuentan las diferencias de días hábiles y el impacto de la Semana Santa, que este año ha caído en marzo y en el 2015 en abril, el índice registró un incremento medio interanual en los tres primeros meses del año del 3,2%. La razón de esta fuerte subida se debe, precisamente, a que en el 2016 hay menos horas trabajadas por
el efecto de las vacaciones de primavera. Este repunte es el más alto desde el
segundo trimestre del 2014, que registró una variación del 3,9%.
El ICLA es una referencia
utilizada en los países de la Unión Europea que incluye todas las
remuneraciones brutas que percibe el empleado, tanto las que son en metálico
como las que son en especie y que conforman el salario, así como las
cotizaciones a la Seguridad Social, las prestaciones sociales y las
indemnizaciones.
La última encuesta
trimestral de coste laboral publicada por el INE, correspondiente a los tres
últimos meses del 2015, sitúa la hostelería como la actividad con menor coste
laboral (1.599 euros mensuales por trabajador) y el comercio como el quinto por
la cola (2.264,12 euros). Ambas destacan por el fuerte peso de la contratación
temporal. Además de estos dos segmentos, han reducido los costes laborales en
el primer trimestre del 2016 la construcción (-1%) y la educación (-0,6%), que
en el ranking de costes laborales están en posiciones más intermedias con
2.790,79 y 2.499,30 euros, respectivamente. En el polo opuesto, se sitúan las
industrias extractivas, con un incremento de estos costes del 8,7%, y las
actividades inmobiliarias (+8,6%), que tenían en el cuarto trimestre del 2015
costes por trabajador y mes de 4.071,26 y 2.336,28 euros, respectivamente.
El índice de coste laboral
armonizado toma como base 100 el nivel que había en el 2012. En el primer
trimestre del 2016, el valor desestacionalizado y corregido de calendario fue
102,5. Los segmentos de actividad con mayor coste laboral fueron, por este
orden, la Administración pública (108,9), el suministro de agua, actividades de
saneamiento, gestión de residuos y descontaminación (106,1), las industrias
extractivas y las actividades inmobiliarias (105,9) y las profesionales,
científicas y técnicas (105,3). Los que tuvieron menores registros fueron el
suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (96,7), la
construcción (97,3) y el comercio al por mayor y al por menor, la reparación de
vehículos de motor y motocicletas (98,6).
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