El salario medio de los trabajadores mejor remunerados en España fue 9,87 veces superior a la retribución de los peor pagados el año pasado, al tiempo que un primer ejecutivo del Ibex 35 gana 112 veces el sueldo medio de la compañía y 207 veces el sueldo más bajo.
Así se desprende del informe 'Diferencias abismales: El
papel de las empresas del Ibex35 en la desigualdad', elaborado por Oxfam
Intermón, que alerta de que la brecha de desigualdad "va en aumento"
en España, ya que cada vez hay más personas en los niveles más bajos de
ingresos al tiempo que se incrementa el número de personas ricas y la
concentración de la riqueza.
El informe muestra que entre 2008 y 2016 el número de
personas millonarias en España aumentó un 60%, mientras que en los últimos
cuatro años se ha incrementado un 35% el número de personas que ganan menos de
6.000 euros anuales, como consecuencia de la pérdida de peso de las rentas
salariales en la economía española desde el inicio de la crisis.
En paralelo, en el último año ha habido una bajada del
sueldo medio en España del 0,8%, al tiempo que se amplía la brecha entre el 10%
que más gana y el 10% que menos. De esta forma, si en 2007 el salario medio de
los mejor pagados era 7,32 veces el de los peor pagados, en 2016 esa proporción
fue de 9,87. En cifras netas mensuales, las personas peor pagadas ingresaban de
media 463 euros, en un contexto en el que se da una brecha salarial de género
del 80%, por la que un hombre gana 1,25 veces más que una mujer.
Respecto a las empresas del Ibex35, Oxfam Intermón indica
que se dan grandes diferencias entre lo que ganan altos directivos y consejeros
y el sueldo del resto de trabajadores. De media, un primer ejecutivo de una
empresa del Ibex35 gana 112 veces el sueldo medio de la compañía, y 207 veces
el sueldo más bajo.
De hecho, la distancia entre el sueldo medio de los altos
directivos y el sueldo medio de cada empresa es de 25 veces y de 47 veces con
el sueldo más bajo, en tanto que los consejeros de las empresas ganan de media
19 veces el sueldo medio y 35 veces el sueldo más bajo de la empresa.
A pesar de estas diferencias, el informe detecta que el
grueso de tareas que exigen menor cualificación de estas empresas se
externalizan hacia subcontratas, por lo que aclara que la foto de desigualdad
salarial de las empresas no incluye una parte "considerable" de los
trabajadores involucrados en su generación de valor, como son aquellos con
niveles retributivos y estándares laborales más bajos de las empresas
subcontratadas.
Por otro lado, el informe señala que la aportación de las
empresas a la principal herramienta correctora de la desigualdad, la
fiscalidad, permanece a niveles muy por debajo de los anteriores a la crisis,
por las ventajas fiscales y la amplia presencia en paraísos fiscales. En 2016,
el Impuesto de Sociedades recaudaba menos de la mitad de lo que lo hacía en
2007.
Aunque en 2015 las empresas del Ibex35 superaron el millar
de filiales en paraísos fiscales y multiplicaron por cuatro las que tenían en
2009, el número de filiales en estos territorios se redujo el pasado año hasta
las 996, lo que puede supone "un cambio de tendencia". No obstante,
al ritmo de reducción actual se conseguirían eliminar todas las filiales en
paraísos fiscales dentro de 45 años.
El análisis de Oxfam Intermón indica que las empresas
cotizadas en Bolsa desarrollan una actividad económica enfocada a la máxima
rentabilidad en el corto plazo para remunerar a los accionistas a costa de un
menor impacto en la sociedad vía salarios o vía fiscal.
De media, las empresas del Ibex destinan el 98% del
beneficio a remunerar a los accionistas e inversores a través de los
dividendos. Algunas empresas del Ibex35 incluso llegan a repartir dividendos
mayores que los beneficios obtenidos en el año.
Ante estas cifras, Oxfam Intermon pide aumentar el Salario
Mínimo Interprofesional (SMI) un 13% en 2018 para alcanzar los 1.000 euros
mensuales en 2020, así como establecer escalas salariales "justas"
por normativa estatal que regulen las diferencias máximas dentro de un mismo
grupo empresarial.
Asimismo, considera que la ratio entre el salario del
empleado mejor pagado, la media salarial y el peor remunerado de las empresas
debe ser pública y calculada por todas las empresas de forma estandarizada, y
aboga por que las empresas cotizadas aprueben, dentro de sus políticas
retributivas, una ratio máxima que no pueda superarse.
También cree que los trabajadores deben estar representados
en el consejo de administración y en la comisión de nombramientos y
retribuciones, y que las empresas deben ser más transparentes en cuanto a la
retribución de la dirección y los consejeros, al tiempo que defiende que las
subcontratas no deben ser usadas como forma de reducir al extremo los salarios.
Reforzar los mecanismos de negociación colectiva, promover
una contratación pública que garantice una remuneración digna del trabajador
subcontratado y eliminar la brecha salarial de género son otras de sus
propuestas.
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