Casi 12 años después, la Seguridad Social ha vuelto a marcar
otro récord de afiliación. En junio subió en 75.584 el número de cotizantes y
se llegó 19.517.697, según el Ministerio de Empleo. El anterior máximo se había
alcanzado en julio de 2007, justo el mes anterior a que explotara en Estados
Unidos la crisis de las hipotecas subprime y comenzara una crisis cuyas
consecuencias todavía se ven en España.
Una de esas heridas es el paro que,
aunque también dio en junio buenas noticias -bajó en 63.805 desempleados
registrados-,sigue por encima de los tres millones y la rebaja mensual es la
menor en 10 años. El mes pasado cicatrizó —al menos por el momento— una de las
heridas de la crisis: la de la afiliación a la Seguridad Social. Hubo una media
de 19,517 millones de cotizantes, casi 25.000 más que en julio de 2007, cuando
se había marcado el récord anterior. Una marca a la que se llegó pese a que la
creación de empleo se va frenando en los últimos meses.
En junio la afiliación creció en 75.584 nuevos cotizantes,
incluyendo a las cuidadoras de familiares dependientes. El número se sitúa
justo en la media de lo que ha sido junio en los 19 años que van de este siglo,
pero es el dato más bajo desde 2016. Esta hipótesis también se asienta en lo
sucedido durante los últimos 12 meses, en los que ha aumentado la afiliación en
510.707 personas y ha crecido un 2,69%. Este es todavía un porcentaje alto,
pero muestra que la desaceleración económica va llegando al mercado laboral.
Es el porcentaje más bajo desde mediados de 2016, justo en
un otro momento similar al actual: incertidumbre política y un gobierno en
funciones, aquel con Mariano Rajoy al frente. Aunque en esta ocasión, a
diferencia de lo que ha sucedido en los meses anteriores, la evolución ha
estado en línea con lo esperado por los analistas. Por ejemplo, el servicio de
estudios de BBVA.
Los datos del mercado laboral conocidos, como los de los
meses precedentes adolecen de un problema: buena parte del incremento de empleo
creado es temporal y precario. Para luchar contra este reiterado problema en
España, la CEOE propuso al conocerse las cifras por “aumentar el peso de la
industria”. “Cabe recordar que se había fijado para 2020 el objetivo de que el
20% del PIB fuese industrial y actualmente, junto al sector eléctrico,
representa únicamente el 16,5% del PIB”, abundó.
También desde los sindicatos se apuntó a la sombra del
empleo estacional. CC OO, en un informe de su gabinete económico, señaló que
“se mantiene la brecha de género [en referencia a que hay más mujeres paradas
que hombres] y la baja calidad en la contratación y del empleo generado por un
modelo con gran dependencia de la hostelería”. Lo mismo señaló UGT en su
valoración subrayando que tras los buenos números de junio hay “dos
circunstancias enquistadas”: una es el empeoramiento de la calidad del empleo
por “el abuso de la temporalidad” y la otra sería que la mejora de la cobertura
contra el paro es insuficiente.
Ese freno, sin embargo, no ha sido tan intenso para evitar
el récord de junio. Y eso ha permitido que el secretario de Estado de la
Seguridad Social en funciones, Octavio Granado, declarara al valorar los datos
que “se ha salido de la crisis en términos de afiliación pero no en salarios”.
Por su parte, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, calificó los datos de
“muy buenos y esperanzadores”.
Otra de las tendencias de fondo que se aprecian es el
aumento constante de las plantillas en la Administración. Tras los recortes que
se produjeron al comenzar esta década, en los últimos ejercicios se está
recuperando personal en el sector público. Esto se ve en el desglose de
afiliación que, con un mes de decalaje, proporciona la Seguridad Social. En
mayo de este año había 2,54 millones de afiliados en los tres niveles de la
Administración (estatal, autonómico y local), un 3,95% más que en el mismo mes
del año anterior. Este último dato y su diferencia con el conjunto del mercado
laboral lleva a la conclusión de que teniendo solo en cuenta al sector privado,
la dinámica de creación de empleo vista en los últimos años se habría
debilitado más.
Cataluña y Baleares ganan afiliación; Andalucía y Murcia
pierden
Cataluña, Baleares y Castilla-La Mancha han sido las tres
comunidades en las que más ha crecido la afiliación. El empuje del turismo en
las dos primeras ha sido determinante para que ganen 28.596 y 23.127 afiliados,
respectivamente. En la tercera, el avance ha sido de 10.731. Tras ellas
aparecen Madrid, Castilla y León, Aragón y Galicia.
En lo referente a la proteccion contra el desempleo, su
cobertura mejoró en mayo (también este dato del mercado laboral se suministra
con un mes de decalaje). Alcanzó el 60,09%, cuatro puntos porcentuales más que
hace una año. Esta mejora está vinculada tanto a la recuperación laboral como a
la ampliación del subisidio de desempleo destinado a los más mayores, cuya edad
de acceso se ha rebajado de 55 a 52 años. Esta medida explica que las
solicitududes y las altas de los subsidios hayan crecido en mayo en torno a un
20% respecto del mismo mes del año anterior. Menor fue el incremento del gasto
en este punto, un 10%, hasta los 804 millones, convirtiéndose de largo en la
ayuda que más dinero consume en el seguro contra el paro (1.745,6 millones)
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