Banco Santander se ha comprometido a ser uno de los tres
mejores bancos para trabajar de los 10 mercados en los que tienen presencia, lo
que equivale a decir del mundo, y para ello ha comenzado a introducir una serie
de cambios en el convenio de la empresa, que pretenden que la plantilla y altos
directivos, incluidos la presidenta, Ana Botín, puedan conciliar la vida
familiar y la laboral.
Varias de estas aún innovadoras medidas se van a recoger en
el acuerdo que está previsto que se firme en estos días para la homologación de
las condiciones social y laboral de las plantillas de Santander, Popular y
Pastor. Una de las que más ha llamado la atención es la de la apertura por las
tardes de hasta 1.000 oficinas especializadas Smart Red que atenderán a todos
los clientes, previa cita.
Pero curiosamente, prácticamente toda la gran banca ya
cuenta con oficinas vespertinas en mayor o menor número, con excepción de BBVA
que, pese a todo, yo no dudaría en que al final se sumase a esta tendencia para
atender a los clientes que, de vez en cuando, quieren preguntar sus dudas,
pedir asesoramiento o suscribir algún producto en una oficina con un gestor al
que vea la cara y no sea únicamente por teléfono o internet.
Al margen de los horarios de oficina de los bancos, una
medida social que ha sorprendido en el sector (y en otros) es reconocer el
derecho de los profesionales para no responder a emails, contestar por
teléfono o mensajes de sus jefes fuera de sus horarios de trabajo, ni durante
los tiempos de descanso, permisos, licencias o vacaciones, salvo causa de
fuerza mayor o circunstancias excepcionales.
Esta medida ya se aplica en Ikea y en las aseguradoras de
origen francés y alemán Axa y Allianz, respectivamente. Se trata de incorporar
nuevas medidas de adaptación de las relaciones laborales al nuevo entorno
digital. Es lo que en Francia se conoce como “derecho a la desconexión
digital”, una de las medidas de la reforma laboral introducida en el país
vecino.
Pues la iniciativa de Santander va a tener también su efecto
en el resto del sector financiero. Y es que el grupo que preside Ana Botín
siempre ha creado tendencia. Lógico si se tiene en cuenta que es el grupo
bancario y prácticamente empresarial de España. De esta forma, los sindicatos,
entre los que destaca en este caso CC OO, mayoritario en el sector, tiene la intención
de proponer esta desconexión digital en los próximos convenios de banca, cajas
de ahorros y fundaciones y de cooperativas que se comenzará a debatir el
próximo año, una vez que este año finalizan los vigentes, con excepción del de
las rurales, que termina en mayo de 2019.
Esta iniciativa seguro que cuenta con gran aceptación por
parte de las plantillas de las distintas entidades financieras, lo mismo que
por la mayoría de los directivos. Otra cosa es que de verdad se aplique o pueda
aplicarse. Quién sabe, a lo mejor el actual Gobierno de Pedro Sánchez también
considera que esta desconexión es positiva para todos los sectores y decide
también incluirla en la reforma laboral.
Una vez que se designen a los nuevos delegados sindicales,
lo que se producirá entre el 28 de noviembre para el caso de las antiguas cajas
de ahorros y el 13 de febrero, fecha en la que se llevarán a cabo las
elecciones en banca y en las cooperativas de crédito, se iniciarán las
discusiones de los nuevos convenios colectivos. Estos acuerdos sectoriales
supondrán cambios muy destacados sobre los vigentes en la actualidad.
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