La recuperación económica se inició hace cinco años pero las
cicatrices de la crisis aún son muy visibles. El ritmo de la mejoría ha sido
desigual. Ha sido mucho más veloz para las rentas altas, según constatan las
declaraciones fiscales de la Agencia Tributaria. El número de supermillonarios,
con un patrimonio superior a 30 millones de euros, ha crecido un 23,9% desde
finales de 2012, según la última estadística del impuesto sobre el patrimonio
correspondiente a 2015 publicada ayer. Durante los dos últimos ejercicios
fiscales la cifra de grandes fortunas ha aumentado a un ritmo del 8% anual. A
pesar de ello, en España solo hay 549 personas que declaran tener bienes y
derechos valorados en más de 30 millones de euros.
Las cifras tributarias siempre hay que tomarlas con cierta
cautela por el fraude y los diferentes mecanismos con que cuentan los grandes
patrimonios para escapar del fisco. De hecho, según los datos del impuesto
sobre la renta (IRPF), los trabajadores que declaran ganar más de 39.500 euros
pertenecen al 10% de los contribuyentes que más declaran. Es decir, podrían
considerarse como ricos. Pero la estadística es más compleja.
Un total de 188.680 contribuyentes presentaron la
declaración del impuesto de patrimonio en 2015. Las personas que están
obligadas a confeccionar esta declaración son, con carácter general, aquellos
cuya base imponible sea superior a 700.000 euros. Para calcular la citada base
imponible se tiene en cuenta el valor de los bienes o derechos, se deducen los
gastos (préstamos o hipotecas) y el valor de la vivienda habitual hasta un
máximo de 300.000 euros. Es decir, que generalmente tienen que declarar
aquellos que poseen un patrimonio bruto superior a un millón de euros.
En cualquier caso, en España hay 57.218 personas que han
declarado tener una base imponible en el impuesto de patrimonio superior a los
1,5 millones de euros, casi un 10% más que cinco años antes.
El patrimonio total de los supermillonarios que liquidan el
impuesto de patrimonio asciende a 582.612 millones de euros, casi la mitad del
PIB español. La mayor parte de este patrimonio, el 76% del total, está colocado
en capital mobiliario, es decir, acciones, depósitos y otros instrumentos de
inversiones financieras. Otro gran pellizco lo constituyen los inmuebles,
pisos, fincas, locales y otro patrimonio inmobiliario con una valoración total
de 102.565 millones.
El impuesto de patrimonio es polémico. Hay muchas voces que
aconsejan su supresión porque considera que supone una doble tributación. De
hecho, España es de los pocos países europeos que lo mantiene. Además, aunque
es un impuesto estatal está cedido a las comunidades autónomas que han ejercido
sus competencias para legislar y han generado grandes diferencias en la
aplicación del tributo entre comunidades.
Por eso, casi la mitad de los declarantes de este impuesto,
unas 72.2716 personas, están en Cataluña, una de las comunidades donde más
gravoso es este impuesto. Cada uno de estos contribuyentes declaró un
patrimonio medio de 2,37 millones. En el extremo opuesto figura Madrid, que
tiene bonificado el tributo al 99%. Eso explica que solo haya 16.977 madrileños
que presentaron la declaración pero reconocieron tener un patrimonio medio de
8,85 millones
No hay comentarios:
Publicar un comentario