Al final hubo autocrítica, además de alguna queja y mensajes
sutiles al Gobierno.
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde,
sorprendió en su comparecencia en la comisión de investigación del Congreso
sobre el rescate financiero –que estrenó–, al hacer más críticas sobre el papel
del supervisor que las que inicialmente contiene el informe que ha realizado el
Banco de España sobre la crisis financiera entre los años 2000 a 2014, al que
se refirió ante los diferentes grupos políticos.
Este informe cifra en 60.613
millones de euros el coste hasta el momento de las ayudas al sector bancario
(la cantidad final dependerá de lo que se obtenga por la venta de Bankia y
BMN).
“El Banco de España no adoptó medidas que hubieran podido,
quizá, frenar el gran aumento del crédito al sector privado registrado entre
2001 y 2007 (...). Se pudo hacer más”, reconoció. Aunque inmediatamente matizó
que entonces “no existían entonces normas legales que hicieran posible esa
actuación”.
Recordó que entre 2005 y 2006 el crédito del sector privado
creció un 65% y de 2001 a 2007 se construyeron 570.000 nuevas viviendas al año,
una “burbuja especulativa” que se produjo cuando España estaba entrando en la
moneda única al tiempo que la demografía se disparaba con 5 millones más de
personas, un crecimiento de la población nunca visto desde mediados del siglo
XVIII, y que alimentó la demanda de vivienda y aportó mano de obra para el
sector de la construcción.
Admitió, no obstante, que el supervisor “no anticipó” la
intensidad de la segunda recesión económica originada por la crisis financiera.
La previsión del Banco de España era que España saldría de la recesión de 2009
sin volver a caer en ella en 2011, como realmente sucedió. “El impacto de la
segunda recesión es crucial”, dijo. Pese a ello, al final, consideró que “se
hicieron cosas mal, equivocadas y hubo juicios erróneos”, pero no es “justo
decir que todo fueron fracasos y fallos”. “Impedir de forma legal la
concentración de riesgos en el sector inmobiliario se podía hacer por
persuasión moral pero no había un instrumento legal que lo amparase”, insistió.
Aseguró, de hecho, que de no haberse creado Bankia (fusión
de siete cajas, entre ellas Caja Madrid y Bancaja, y que recibió 22.425
millones de euros en ayudas) posiblemente no se habría evitado pedir a Bruselas
ayudas públicas por 40.000 millones. “No creo que su creación fuese la causa”
de pedir un préstamo a Europa, explicó, en lo que puede sonar como un apoyo al
exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
“España se enfrentaba, a mediados de 2012 (cuando se
reclamaron las ayudas), a algo cercano, o casi, a un colapso de financiación
exterior, que pudo compensarse con un incremento sustancial de la financiación
del Eurosistema, que llegó a alcanzar los 412.000 millones de euros en agosto
de 2012”, explicó.
Declaró que el coste de la crisis podía haber sido mucho
mayor si se hubieran dejado quebrar a las entidades y se hubiese optado por una
liquidación. Esa alternativa habría provocado cuantiosas pérdidas para el
contribuyente, gran desconfianza y el previsible colapso de la economía, dijo,
por lo que defendió la actuación de los distintos gobiernos en la
reestructuración financiera (PSOE y PP).
No hay comentarios:
Publicar un comentario