El 30 de junio se evaporaron 257.014 empleos. De golpe. En
un solo día la afiliación a la Seguridad Social cayó el 1,4%. Superó la del 31
de agosto de 2016, el día que hasta ahora tenía el dudoso honor de ser la
jornada en que se ha destruido más empleo hasta ahora, según los datos del
Ministerio de Empleo. La cifra media del mes arrojó un saldo positivo, 87.692
afiliados más; pero la diferencia entre la foto del final de mayo y la del
final de junio, en cambio, fue negativa (-65.056) por ese desplome del último
día.
Los datos de afiliación a la Seguridad Social que se manejan
más habitualmente son las cifras medias del mes. Se elimina así los altibajos
que se producen en el día a día en las oficinas de la Tesorería del instituto
previsor, se aproxima con más fiabilidad la cantidad de cotizantes que ha
habido a lo largo del mes y se liga más este dato al de recaudación por
cotizaciones. Pero la observación detallada de esa realidad cotidiana levanta
acta del mal más extendido en el mercado laboral español, con permiso del
desempleo: el abuso de los contratos temporales y su uso fraudulento en
muchísimas ocasiones.
Es habitual que los empresarios den de baja a los
trabajadores en algunos sectores al llegar el fin de semana y los vuelvan a
contratar al comenzar la semana. También se da de baja en la Seguridad Social a
muchos empleados al acabar un mes y se les vuelve a contratar al comenzar el
siguiente. Este carrusel de contrataciones se da también en puentes o
trimestres. Con la ley en la mano, muchas de estas cosas no pueden hacerse, la
Inspección de Trabajo las persigue, pero su éxito para atajar esta práctica es
escaso.
Cuando el final de un mes coincide con un viernes, el
fenómeno se multiplica. Si a eso se añade que el 30 de junio de este año
coincidió que era viernes, fin de trimestre y de semestre en un mercado laboral
en el que los contratos de menos de siete días, según calcula Asempleo,
patronal de empresas de trabajo temporal, ya suponen el 25% de todos los
firmados (casi 2,1 millones en junio) el cóctel es letal.
En un solo día la Seguridad Social dio de baja a 341.334
afiliados; la cifra de altas fue mucho más baja: 84.320. El saldo final es el
conocido: casi 260.000 trabajadores menos cotizando.
Este desplome en un solo día hizo que la afiliación a final
de mes se situará por debajo del comienzo. El 31 de mayo había 18,26 millones
de trabajadores cotizando y el 30 de junio 18,19 millones. Sin embargo, como
durante la mayor parte de días del mes la cifra de afiliados superó los 18,4
millones (en dos llegó a estar por encima de los 18,5 millones), la media
resultante es de 18.433.107, la más alta desde finales de 2008.
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