Codorníu, Caixabank, Día, Gas Gas, Aigüess del Montseny,
Nissan... Son algunas de las empresas que han anunciado recientemente la
presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para ajustar la
producción o despedir a trabajadores. En un contexto con una caída sostenida
del paro, las compañías utilizan la figura de los ERE como una medida
preventiva ante la incertidumbre que rodea la legislación laboral con un
hipotético cambio de gobierno en el Estado.
Este es el análisis que hace Nuria Gilgado, la secretaría de
Acción Sindical. "En un escenario inmediato de desconocimiento, las
empresas aplican esta estrategia, más allá de los ERE derivados de los
diferentes ciclos productivos en el sector industrial".
Gilgado recuerda que durante los dos primeros meses del año,
la cifra de 73 ERE presentados es muy similar a la del mismo periodo de 2018,
cuando fueron 72. No obstante, el número de trabajadores afectados se ha
incrementado notablemente. "Desde la aplicación de la Reforma Laboral del
año 2012, en que se eliminó el trámite de que fuera la autoridad administrativa
quien decida sobre su idoneidad, las empresas lo tienen más fácil porque es un
mecanismo automático".
Desde UGT Catalunya se reclama "una derogación de la
Reforma Laboral y que la competencia sobre la aplicación de los ERE vuelva a la
autoridad judicial". Gilgado pide "un sistema de relaciones
equilibrado" y aclara que desde hace siete años, cuando entró en vigor la
nueva normativa laboral, "los sindicatos habitualmente ganamos las
demandas por expedientes presentados sin justificación y los empleados deben
volver a su sitio de trabajo".
La falta de control sobre las condiciones en las que se
presenta el ERE ha hecho que plantear un expediente se haya convertido en un
recurso relativamente fácil de usar. "En muchas ocasiones funciona como
sustituto de otras iniciativas de carácter interno, como la flexibilidad
laboral o las bolsas de hora, y acaba siendo el camino más directo para sacarse
personal de encima", añade Gilgado.
En ámbitos como el industrial, más concretamente en los
fabricantes de automóviles, los ERE son recurrentes porque responden a una
dinámica de momentos diferentes de producción, donde la actividad crece o decae
en función de la demanda.
Los ERE son recurrentes porque responden a una dinámica de
momentos diferentes de producción
Este es el caso de la multinacional japonesa Nissan, que ha
anunciado un ERE para 600 trabajadores de sus centros de la Zona Franca y
Montcada i Reixac. La decisión afectaría a un 20% de la plantilla y la
dirección lo justifica por "ajustar la dimensión de las plantas a la baja
producción". De hecho, asegura que las dos sedes se han visto perjudicadas
por la pérdida de la asignación de la fabricación de diferentes modelos de
vehículos.
En otros, como en el sector financiero, la digitalización de
la economía y la reorientación del modelo de negocio están disparando los
movimientos para regular el empleo. Un ejemplo es Caixabank, que a principios
de enero planteó un ERE para 2.157 trabajadores. En el marco de las
negociaciones, la entidad se ha comprometido a retirar las extinciones forzosas
de contrato siempre que los sindicatos acepten el cierre de oficinas, la
extensión de las sucursales store y la movilidad geográfica obligada para
determinados trabajadores.
Más allá de las facilidades que ofrece la Reforma Laboral
para despedir y plantear Expedientes de Regulación de Empleo, el secretario
general de CCOO Catalunya, Javier Pacheco, duda de "si se trata de una
moda o de un cambio de ciclo que indica una nueva ralentización
económica". El dirigente sindical encuentra argumentos para las dos
visiones.
Por un lado, considera que hay datos macroeconómicos que no
acompañan, como la restricción del crédito por parte de las entidades
financieras. Por otro lado, precisa que antes "nadie osaba presenta un ERE
poco antes de una campaña electoral". Ahora, tal como comentan desde UGT
Catalunya, los procesos de los Expedientes de Regulación de Empleo se han
judicializado. Los tribunales son la única vía que les queda a los trabajadores
para impugnar los ERE.
Algunos expertos estiman que los movimientos de las grandes
empresas son la antesala y el primer síntoma de una nueva crisis laboral
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