El segundo mayor
productor de cava ha decidido dejar de fabricar para otras marcas, lo que
supone abandonar la marca blanca, para centrarse en productos de mayor valor.
La decisión, que tiene carácter inmediato, tendrá una consecuencia para la
plantilla: el grupo prescindirá de 100 trabajadores, según ha informado ya a su
comité de empresa.
La dirección del grupo Codorníu Raventós ya ha comunicado
internamente que abandona la marca blanca, que supone el 20% de sus ventas de
cava y el 5% de su facturación anual –sumando vino–, según fuentes de la
compañía. La decisión se ha empezado a implementar esta semana y culminará
cuando, por cuestiones de contratos con los clientes, sea posible, algo a lo
que el grupo no ha podido poner fecha.
La compañía presidida por Mar Raventós produce cava de marca
blanca para el Reino Unido y para algún otro país europeo, aunque la mayoría va
para el país británico. Por ejemplo, Codorníu fabrica las marcas de las cadenas
de supermercado Tesco y Sainsbury’s, dos de las más populares en las islas
británicas.
La decisión de abandonar esta área de negocio es de
rentabilidad y de estrategia. La marca blanca, que se vende a un precio bajo,
no es rentable, por lo que la dirección de las bodegas, que ostenta Javier
Pagès, hizo un estudio de viabilidad sobre la venta para terceros y llegó a la
conclusión de que no valía la pena seguir fabricando para que un distribuidor
vendiera a bajo precio, compitiendo con el cava con marca Codorníu.
A causa de esta evidencia, que todo el sector está percibiendo,
Codorníu se propuso hace ya unos años dar un cambio de dirección. Para ello
elaboró su plan estratégico 2015-2020, que ya incluía ir abandonando la
producción de cava de baja calidad para centrarse en productos premium.
“El principal eje del plan estratégico es construir valor
con marcas de más prestigio, focalizándonos en gama alta. Es una necesidad:
necesitamos ser una marca líder y rentable a largo plazo”, explicó la compañía.
El cava premium representa aproximadamente el 20% de las ventas de Codorníu.
Como consecuencia de este giro estratégico, la plantilla de
la compañía tendrá que hacer sacrificios. Aunque el hecho de dejar de fabricar
marca blanca no se prevé que impacte en los resultados –no era rentable–, sí
que lo hará en la plantilla. Se producirá menos cava, por lo que Codorníu ha
calculado que necesitará menos empleados.
Javier Pagès ha comunicado este mismo martes al comité de
empresa que presentará un ERE para despedir a 100 de los 900 empleados del
grupo Codorníu, según explicaron fuentes de la compañía y de los sindicatos. La
dirección de las bodegas ha mostrado su disposición a acometer los despidos de
forma “socialmente responsable”, con prejubilaciones y medidas voluntarias. Los
sindicatos se reunirán este miércoles para estudiar movilizaciones contra el
ERE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario