La cadena de supermercados DIA ha ingresado 18 millones de
euros en Suiza, donde no tiene ni una tienda. La compañía no explica con
detalle los motivos por los cuales decidió crear dos empresas en Suiza: DIA
World Trade SA y ICDC Services Sàrl, que fundó junto con la cadena de
supermercados francesa Casino.
DIA carece de actividad de ventas en Suiza. No posee
tiendas ni operaciones en ese país, por lo cual los inversores a corto no
entienden los motivos por los que la compañía decidió abrir estas sedes fuera
de España.
DIA asegura que DIA World Trade está dedicada a “prestar
servicios a los proveedores de las sociedades del Grupo DIA” mientras que ICDC
Services, Sàrl se dedica a “la negociación con proveedores internacionales”.
Explica que se instalaron las sedes en Ginebra para negociar con sus
proveedores a nivel internacional. Pero los inversores tienen dudas.
“No tenemos idea de dónde DIA World Trade pudo generar 18
millones de euros en ingresos”, explican a este diario fuentes de un fondo
internacional que estudia las operaciones de la compañía y que apuesta por la
caída de la acción. De las explicaciones de DIA, se puede inferir que la
compañía cobra rápels (bonificaciones por ventas de gran volumen) a sus
proveedores. Y ese dinero llega directamente a Suiza y no a la sede central en
Las Rozas, (Madrid).
El Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa acaba
de poner la mira al grupo español por la opacidad informativa en relación con
sus actividades en Suiza. El estudio, financiado por el ministerio de Trabajo y
Seguridad Social, suspende a DIA en materia de transparencia.
Los inversores se preguntan cómo supermercados DIA gana 18
millones en Suiza sin ninguna tienda
La cadena, con tiendas en España, Portugal, Brasil,
Argentina y China, asegura seguir una política alejada del fraude fiscal, según
figura en sus informes de gobierno corporativo. DIA explica que “no hace uso de
estructuras societarias opacas o radicada en paraísos fiscales cuyo propósito
es ocultar información relevante a las administraciones tributarias”.
“Llama la atención que estas sociedades radicadas en Suiza
únicamente se citan en las cuentas anuales y en el informe de gestión, donde se
proporciona información genérica sobre las actividades que realizan y los
accionistas de las mismas. Tampoco se ha encontrado información cuantitativa
que muestre el comportamiento fiscal de la empresa en Suiza ni siquiera en las
cuentas anuales”, asegura el informe.
“Sería recomendable que DIA presentase información
detallada de su operativa a través de estas sociedades, facturación, empleados,
resultado contable, conciliación con el impuesto de sociedades a pagar y
operaciones realizadas con otras sociedades del grupo”, añade el informe.
DIA, acusada por un nutrido grupo de franquiciados de
estafa y falsedad documental, enfrenta un creciente conflicto en los tribunales
por el trato que da a sus tiendas franquiciadas, que cada año tienen más peso
en los resultados globales de la compañía.
Los afectados que han quebrado la acusan de estafarlos con
los pedidos y de manipular los stocks con el propósito de aumentar sus márgenes
a costa de las franquicias. La empresa presidida por Ricardo Currás defiende la
seriedad su modelo de negocio y asegura que los franquiciados quebrados son un
porcentaje minoritario del total.
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