El proceso se repite continuamente: haces una lista, vas al
supermercado y vuelves con muchas más cosas que las que habías apuntado en el
papel.
Probablemente la respuesta ha sido afirmativa, pero no te
preocupes, le suele suceder a todo el mundo.
Estos establecimientos tienen una serie de estrategias para
que compres más cosas de las necesarias. Y siempre picamos.
Carritos de la compra más grandes Cestas y carros cada día
son mayores con el objetivo de que sigas llenándolos sin ser consciente de la
gran cantidad de productos que te estás llevando. El objetivo es que compres y
compres de manera compulsiva.
Los artículos de
temporada a primera vista Ya tienes tu carro de la compra y ahora es el momento
de ir eligiendo cosas, lo primero que te vas a encontrar son los productos de
temporada (helados en verano, chocolate en invierno...). Provocan que te
olvides del pensamiento de comprar lo justo y casi siempre el cliente termina
picando.
Productos con más beneficio, a la entrada Evidentemente el
objetivo de un supermercado es lograr el mayor beneficio posible, por lo que
además de los productos de temporada, van a colocar en la entrada aquellas
cosas con las que ganan más dinero como la bollería, las flores o los platos
precocinados.
Tras las chucherías, los productos saludables Una vez que te
han hecho picar con los productos de la entrada, lo siguiente que va a aparecer
son los productos saludables como frutas y verduras. ¿Por qué? El objetivo es
que los adquieras y así te sientas bien con tu compra, lo que va a provocar que
sigas cogiendo cosas que en principio no tenías apuntadas en tu lista.
Los productos básicos, muy lejos Conscientes de que la
leche, los huevos o la carne suelen ser alimentos imprescindibles en la bolsa
de la compra, la estrategia de los supermercados es ponerlos en pasillos muy
alejados, con el objetivo de que recorras cada rincón del establecimiento.
Las
ofertas están por todo el establecimiento La principal ofensiva de las ofertas es en la entrada, pero
en el resto del establecimiento también hay más. Prácticamente en cada pasillo
te vas a encontrar con una promoción irrechazable que va a terminar en tu
carrito.
Usan perfume para alentarte a comprar Además, en numerosos
lugares esos olores van de la mano de muestras, que actúan como cebo para que
te lleves cosas que no tenías planeado comprar. Algunas tiendas tienen máquinas
que bombean aromas de la panadería o de la pastelería con el objetivo de guiar
tus pasos hasta allí.
Ir sin comer es la perdición Todo en el supermercado está
hecho para seducir tu olfato y tu paladar. Si vas con el estómago vacío, vas a
sucumbir a los estímulos y lo más probable es que termines comprando cosas que
no quieres solo por el hecho de que tienes hambre.
Los artículos a vender, a la altura de los ojos Nuestra
vista se concentra normalmente en los objetos que están a la altura de nuestra
cabeza, por lo que los supermercados colocan en esos estantes los productos que
quieren vender. Hacen lo mismo con los niños, las golosinas están a la altura
de sus cabezas.
Las promociones de 2X1 No tenías intención de comprar ese
producto o como mucho querías comprar una unidad y te has vuelto con dos. Es lo
habitual. Por un lado, deja en el consumidor la sensación de haber hecho una
buena compra. Por el otro, el supermercado logra doblar la venta de ese
artículo. Un negocio redondo.
Productos para gente con pocos recursos Normalmente suelen estar
mezclados y el objetivo es que el cliente vaya encontrando esas gangas que les
gustan y se las llevan. Suelen estar destinadas a gente con pocos ingresos o
con mucho tiempo libre.
La prueba final de las cajas Una vez que ya has terminado tu
compra y te dispones a pagar, todavía te queda superar una última prueba. Junto
a las cajas, hay numerosas chocolatinas, dulces o patatas. Productos baratos
que una vez más te animan a picar...
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