Una semana antes del 8 de Marzo,
Día Internacional de la Mujer, el Gobierno ha afinado el decreto con el que
pretende combatir las desigualdades laborales entre hombres y mujeres, que
incluye como medida estrella los permisos de paternidad y maternidad iguales,
intransferibles y retribuidos. El documento, que pasa este viernes por el
Consejo de Ministros, rebaja a empresas de 50 trabajadores la necesidad de
elaborar planes de igualdad, que serán mucho más detallados de lo que recogía
la ley de Igualdad de 2007.
Las empresas deberán hacer un
“diagnóstico negociado” de “medidas evaluables” que incluya una auditoría
salarial entre hombres y mujeres y un análisis de si existe una
infrarrepresentación femenina o brecha en las retribuciones. Así lo recoge uno
de los últimos borradores del decreto, al que ha tenido acceso este diario, y
que puede cambiar aún.
Estos planes deberán ser
presentados en un registro específico, que formará parte de los registros de
los convenios colectivos. Y deberán poner a disposición de la plantilla los
datos sobre sueldos medios y complementos salariales de hombres y mujeres.
Todas estas medidas suponen
ampliar los contenidos ya desarrollados en estos planes y también las empresas
que deberán implementarlos. En la actualidad las de 250 empleados ya toman
algunas medidas. Pero en tres años, de forma escalonada, los nuevos planes
habrán de llegar a aquellas con 150 empleados o más el primer año; el segundo,
100 o más, y el tercero, las de 50.
El Ejecutivo ha aprovechado este
decreto de “garantía de igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y
mujeres en el empleo y la ocupación” para incluir otros temas. Entre ellos, el
pago de la cotización de las cuidadoras de familiares dependientes, que saldrá
de las arcas públicas tal y como era hasta que se eliminó con los recortes de
2012.
La presión de las secretarias de
Estado
La medida principal del decreto
es la equiparación de los permisos de paternidad —actualmente de cinco semanas—
con los de maternidad, de 16. Aunque figuraba en los primeros borradores del
Ejecutivo, esta semana ha causado tensiones entre diferentes departamentos del
Gobierno. La presión de las secretarias de Estado de Igualdad, Soledad Murillo;
de Empleo, Yolanda Valdeolivas; y de Hacienda, Inés Bardón, venció las
resistencias, apuntan fuentes conocedoras de la negociación.
La equiparación será progresiva:
pasará a ocho semanas al día siguiente de su publicación en el BOE; hasta las
12 semanas en 2020 y 16 en 2021. Aumentar el permiso de los hombres de cinco
semanas a 16 supone 1.266 millones de euros más, según estimaciones del
Ministerio de Trabajo. La forma de disfrute de estos permisos es un calco de la
propuesta que llevaba el PSOE en su programa electoral. Prevé una licencia de
seis semanas ininterrumpidas para ambos tras el nacimiento y otras 10 semanas
para cada uno a distribuir hasta que el bebé cumpla un año. La Plataforma de
Permisos Iguales e Intransferibles (Ppiina) reclamaba que no se tomen de forma
simultánea para fomentar que los hombres “cuiden en igualdad con las madres”.
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