Coca-Cola, el rey de los refrescos, es la compañía que
genera más residuos plásticos. Tantos, que supera en este apartado la suma de
los tres siguientes (Nestlé, PepsiCo y Mondeléz International). Es la
conclusión a la que llega el análisis Branded. Vol. II, Identifying the World’s
Top Corporate Plastic Polluters después de recoger 476.423 artículos de
plástico esparcidos por medio mundo y catalogarlos por marcas. A pesar de ello,
el 67% de la basura recopilada carece de identificativo.
Los diez primeros puestos del 2019 los completan, por este
orden, Unilever, Mars, P&G, Colgate-Palmolive, Phillip Morris y Perfetti
Van Melle. Ninguno de ellos, sin embargo, se acerca a las cifras de Coca-Cola,
cuyos desechos plásticos han aparecido en 37 de los 51 países analizados y en
número de 11.732 artículos (el 2,5% del total). Segunda es Nestlé –sube una
posición–, con 4.846 piezas (1%) y, tercera, PepsiCo, con 3.362 (0,7%).
Por continentes, las tres marcas cuyos residuos plásticos
han recogido los voluntarios con más frecuencia son: en Europa, Coca-Cola,
PepsiCo y Heineken; en Asia, Nestlé, Coca-Cola y PepsiCo; en África, Coca-Cola,
Colgate-Palmolive y Unilever; en América del Norte, Nestlé, Solo Cup Company y
Starbucks; y en América del Sur, PepsiCo, Coca-Cola y Grupo Ferrero. En este
escenario, el informe sugiere que la democratización del consumo –uso de
plástico para abaratar costes, entre otros ejemplos– sale cara. Y anota otra
variable: “El plástico no se puede reciclar eternamente porque pierde
propiedades”.
Tras ello, el estudio pasa a detallar los efectos de la
producción del plástico –polución, contaminación de los océanos, uso de
productos químicos– sobre la salud. Asegura que provoca problemas
respiratorios, digestivos, neurológicos, riesgo de nacimientos prematuros y
hasta cáncer. Incluso que los envoltorios y la ropa pueden traspasar
micropartículas a la comida y al cuerpo, sin olvidar que la fabricación y la
incineración repercuten en el cambio climático, y que todos estos efectos
afectan sobre todo a las regiones más pobres. “Solo se recicla el 9% del
plástico; el resto se quema, termina en vertederos o deja contaminación en el
ambiente”, sostiene el documento.
Más datos. El 93% del plástico recogido corresponde a tres
tipos de este material: PET (usado mucho en botellas de plástico), LDPE (se
encuentra en bolsas sobre todo) y otros. Del mismo modo, los desechos más
comunes en la naturaleza son las bolsas (12,4% del total), los saquitos (11,2%)
y las botellas (6,1%). “Hay muchos plásticos de usar y tirar; el modelo no se
sostiene”, insiste el informe. También llama la atención que muchos de los
residuos hallados en Asia corresponden a multinacionales de Europa y de EEUU.
Para terminar, sugiere algunas soluciones a marcas y
usuarios con el objetivo del Zero Waste (residuos cero), esto es, buscar
maneras para reducir la producción de residuos, reciclar y revalorizar la mayor
cantidad posible de materiales y promover la fabricación de productos
duraderos. “Todo pasa por la gestión de los residuos”, asegura. Dice que, en
los países en los que se está actuando, están notando el descenso de basura.
Pero para ello están imponiendo la recogida puerta a puerta y la prohibición de
bolsas de plástico, entre otras medidas. En cuanto a las empresas –señala en
concreto a Coca-Cola, Nestlé y PepsiCo–, desliza que tienen muy buenos
propósitos, pero que siguen sin resolver el problema. Y, si ellos aparcan estos
materiales, los consumidores también lo harán.
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