Amazon, pulsera y control son tres palabras que encadenadas
en la misma frase pueden poner los pelos de punta a cualquier trabajador de
gigante del comercio mundial. La empresa de Jezz Bezos ha cosechado una poco
agradecida fama por su política de gestión de personal y una noticia publicada
por la web especializada en tecnología GeekWire , ha desatado la alerta ante un
posible endurecimiento de ese trato a los trabajadores.
Según Geek Wire, Amazon ha conseguido la autorización de dos
patentes con las que quiere desarrollar una pulsera inalámbrica para
monitorizar los movimientos de sus trabajadores en los almacenes logísticos de
la compañía. Técnicamente, se trataría de un dispositivo que a través de
ultrasonidos y emisiones de radio sería capaz de identificar el lugar exacto de
las manos de los trabajadores dentro de las inmensas estanterías que contienen
todos esos productos que los consumidores no dejamos de demandar.
El objetivo para el que está concebido este artilugio es,
según la información publicada, facilitar a los empleados la localización de
los productos de cada pedido. “Simplificar las tareas que consumen mucho
tiempo, como responder a los pedidos y empaquetarlos para una entrega rápida.
Con la guía de una pulsera, los trabajadores podrían completar los pedidos más
rápido.”, explican en el New York Times .
La explicación se asemeja mucho al concepto Amazon Go, la
tecnología sobre la que pivota su tienda recién inaugurada en Seattle, en la
que los clientes acceden a través de un código en su smartphone y esa
identificación ayuda a monitorizar automáticamente en función de su ubicación
todos los artículos que adquieren.
Pero lo que puede ser una idea estupenda para un cliente
clientes, puede que no lo sea tanto para los empleados. Al menos así lo ha
testado el New York Times, que tras conocer la noticia ha consultado a
empleados y ex empleados de la compañía sobre sus impresiones. Sin duda, la
primera es miedo. Según el periódico neoyorquino, los empleados de almacén de
Carteret, situado en Nueva Jersey, son conscientes de que cualquier avance
tecnológico que desarrolla Amazon no sale a la luz sin que antes haya sido
probado por sus empleados. Ellos, han sido testigos de anteriores innovaciones
y no descartan serlo también de esta futura pulsera.
Sin despreciar el posible beneficio que esta herramienta
pueda aportar a la eficiencia de su actividad, los empleados consultados por el
New York Times temen que sirva para agudizar la extrema presión que la compañía
ejerce sobre sus empleados.
Legal en España, pero con límites
Desde LaVanguardia.com hemos querido conocer, si en el caso
de que Amazon quisiera implantar esta tecnología en España, las leyes de
protección a los trabajadores lo permitirían. La abogada Belén Jiménez, experta
en Derecho Laboral de la firma Espacio Legal, asegura que sí. “La legislación
española permite la utilización de tecnologías que faciliten la organización
del trabajo e incluso el control, por parte del empresario, del correcto
cumplimiento de las tareas recogidas en el contrato de trabajo”, explica.
Pero, como ha ocurrido en EEUU, las dudas surgen en los
límites. ¿Dónde termina la gestión del trabajo y donde comienza el control de
privacidad cuando se trata de controlar los movimientos de un trabajador?
Ex empleados de Amazon, citados por el New York Times, temen
que esto termine exigiendo a los trabajadores actuar como robots, a la misma
velocidad y sin poder modificar en ningún caso las pautas programadas.
En opinión de Belén Jiménez, “el empresario puede ejercer el
control de los trabajadores siempre que este sea compatible con la dignidad del
trabajador”, asegura. Eso significa que sería muy difícil que España prohibiera
a Brezos la implantación de la mencionada pulsera. En caso de los empleados
sientan un control excesivo sobre su trabajo o su actividad personal no
tendrían más remedio que, como ocurre hasta ahora, trasladar esa queja a la
Justicia y quedaría en manos de los jueces valorar si la compañía traspasa los
límites de la dignidad personal.
Eso sí, la abogada de Espacio Legal, también ve un aspecto
positivo a una pulsera controladora del trabajo. “Eso significaría que toda la
actividad de los trabajadores estaría registrada electrónicamente y así la
inspección de trabajo tendría más facilidades para verificar si se hace o no
horas extra y si esas se abonan adecuadamente”.
Beneficios y riesgos que, sin duda, tendrá que valorar
Brezos y su equipo antes de decidir si continua adelante con el desarrollo de
su pulsera controladora o guarda las patentes en un cajón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario