De los 25 primeros despachos por facturación que operan en
España, sólo tres de ellos -Baker McKenzie en la oficina de Barcelona con
Montserrat Llopart, DLA Piper con Pilar Menor y Ashurst con María José
Menéndez- están dirigidos por mujeres.
La cifra se aleja muchísimo de la paridad que solicitan
muchos sectores de la sociedad, una situación que apenas mejora si bajamos un
escalafón y comparamos el número de socias y socios en cada despacho. Sin
embargo, el sector, consciente de estas diferencias, se ha puesto manos a la
obra y en los últimos años ha lanzado diferentes iniciativas para empoderar a
las mujeres dentro de los bufetes, así como para mejorar la conciliación para
todo el colectivo.
El objetivo es ambicioso para 2020 y pretende aumentar el
porcentaje de socias hasta que ocupen el 20% en el caso de las firmas
nacionales y el 40% en las internacionales. Además, como meta adicional, el
sector quiere aumentar el número de mujeres a un 30% en posiciones de liderazgo
dentro de la gestión, ya sea en el comité ejecutivo o en la dirección de áreas.
Antes, para 2018, la intención es duplicar del 15% al 30% el número de abogadas
que forman parte de los comités de gestión más importantes de cada bufete.
Estas cifras son el compromiso de los despachos
participantes en el programa Take the lead, desarrollado por Talengo, que
pretende "facilitar y desarrollar un modelo de liderazgo femenino",
según explica Vanessa Cuellas, asociada sénior en Allen & Overy y una de
las participantes. Junto a la firma británica, en esta edición han participado
once asociadas sénior de Linklaters, Hogan Lovells, Baker McKenzie,
Pérez-Llorca, Uría Menéndez y Freshfields, además de Garrigues y Cuatrecasas,
que se encuentran en el comité inaugural. Los primeros resultados no se han
hecho esperar y se han producido varias promociones, como la de Virginia
Martínez, que se ha convertido en responsable del equipo de regulatorio en
Hogan Lovells.
Se trata de un punto de encuentro y reflexión para poner en
común aquellas cuestiones que están frenando su carrera profesional y potenciar
aquellas habilidades -no sólo competencias técnicas- tan necesarias en los
puestos más altos de la pirámide.
"La posibilidad de compartir experiencias con otras
profesionales, tanto del mundo jurídico como de otros sectores, me ha permitido
darme cuenta de la tremenda importancia de desarrollar determinadas habilidades
(principalmente no técnicas)", subraya Victoria von Richetti, abogada en
Pérez-Llorca.
Take the lead no es la única iniciativa que se encuentra
activa en el sector, ya que muchos despachos tienen programas individuales
encaminados a mejorar la proyección de las abogadas.
Uno de los más potentes es el programa de Baker McKenzie
Lift (Leaders Investing For Tomorrow), dirigido a letradas con alto potencial
que durante 12 meses reciben formación y asesoramiento. En la primera edición
lanzada en forma de piloto en 2017, participan 35 asociadas sénior y socias
locales de todo el mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario