Ser joven no es precisamente la mejor época si sólo se tiene
en cuenta el estado de la cuenta bancaria. Además, para los actuales
veinteañeros y treintañeros, que se estrenaron en un mundo laboral marcado por
una grave crisis económica, la situación financiera es mucho más complicada que
la de sus homólogos de una década antes. Los millennials sufren muchas más
estrecheces que los miembros de la generación X a su misma edad, según un
reciente análisis de CaixaBank Research.
Así, concluyen que la riqueza neta (activos financieros e
inmobiliarios menos deudas) mediana de los hogares millennials es de sólo 3.000
euros, frente a los 63.400 con los que contaban los jóvenes de su misma edad
una década antes. Es decir, la mitad de estos hogares acumula una riqueza de
menos de 3.000 euros y otro tanto, más de 3.000 euros. Mientras, diez años
atrás, la división se establecía en los 63.400 euros. Esta importante
diferencia intergeneracional tiene que ver, según las analistas de CaixaBank
Research, por dos factores: el primer lugar y el más “relevante”, poseer o no
una vivienda; segundo, el elevado endeudamiento no relacionado con compra de
una casa.
Para los que ya son propietarios, la renta neta mediana se
ha reducido prácticamente a la mitad, al pasar de los 103.164 euros de sus
predecesores a los 54.500 de los millennials. El análisis de Judit Montoriol y
Cristina Farràs se basa en los datos sobre los jóvenes entre 22 y 33 años de la
Encuesta Financiera de las Familias (EFF), en el 2002 y el 2014. “La decisión
de comprar una vivienda y la evolución de su precio”, señalan en el estudio,
“tienen importantes consecuencias sobre el proceso de acumulación de riqueza a
lo largo de la vida”.
En doce años, los hogares de jóvenes con vivienda propia han
caído en casi 12 puntos, del 65,5% al 43,9%
En tan sólo doce años, el porcentaje de hogares de jóvenes
con vivienda en propiedad ha caído en casi 12 puntos, del 65,5% al 43,9%. Los
millennials también están más endeudados con préstamos no hipotecarios: un
tercio de los que carecen de vivienda en propiedad tienen algún tipo de deuda,
“en su mayoría crédito al consumo”. Según el informe, la carga financiera por
endeudamiento representa el 21,5% de los ingresos del hogar –prácticamente la
cuarta parte de los endeudados dedica más del 40% de sus ingresos a los
préstamos–, cuando en el 2002 era del 17,6% –y el denominado estrés financiero
afectaba al 4,7% de los hogares con deudas–. La EFF del 2014 concluye que en el
23,5% de los hogares sus deudas superan todos sus activos financieros (cuentas
bancarias, depósitos, acciones) e inmobiliarios. Con respecto a la generación
X, se ha multiplicado.
Montoriol y Farràs apuntan asimismo que cuando una
generación arrastra una economía “no muy halagüeña”, esta tiene su influencia
en las decisiones financieras que se toman de cara al futuro. Por eso no es de
extrañar que sólo un 10,6% de los hogares millennials cuente con un fondo de
pensiones; en el 2002, era casi el 17%.
Las autoras del artículo recuerdan además que la situación
en España es más acusada que en Estados Unidos, donde ha generado debate las
dificultades por las que pasan los millennials. La riqueza neta mediana de los
jóvenes estadounidenses entre 25 y 34 años representa un 60% de la lograda por
la generación anterior cuanto tenía la misma edad. En especial, preocupa el
incremento del número de jóvenes con deudas contraídas en su día para hacer
frente al elevado coste de los estudios universitarios.
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