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domingo, 31 de marzo de 2019

CAIXABANK PREPARA SU ERE


 paying no money GIF by Noam Sussman

Tan solo hay que pasar por las oficinas de Caixabank para ver un ambiente enrarecido entre los trabajadores, que se ha plasmado en las reuniones previas a las negociaciones del ERE en el que la entidad catalana quiere reducir su plantilla en 2.157 empleados

La dirección y los sindicatos de CaixaBank inician hoy la negociación formal de su Expediente de Regulación de Empleo (ERE).  La negociación se pone en marcha después de que se haya agotado sin avances un ciclo de reuniones informales entre empresa y representantes de los trabajadores y en un clima de crispación que crece a medida que se acerca la fecha definitiva en la que se conocerá el volumen total de salidas (si serán los 2.157 que la empresa ha señalado o menos) y, especialmente, la forma de estas salidas, si serán todas voluntarias o la empresa “forzará” despidos obligatorios si no se alcanza la cifra deseada.

Las conversaciones formales durarán 30 días y, si no hay acuerdo, la dirección de CaixaBank podrá aprobar el ajuste de personal de manera unilateral, aunque el período de consultas se podría alargar más allá del plazo perceptivo si lo desea la entidad presidida por Jordi Gual.

Especialmente los trabajadores de Madrid y Andalucía, que son junto con Cataluña los que a priori serán los más afectados por el cierre de oficinas al concentrar la red más extensa, ya han expresado a sus representantes sindicales una postura muy firme por su temor por la salida de muchos trabajadores de poco más de 50 años con mínimas posibilidades de reinserción laboral. 

Las negociaciones comienzan de momento escenificando posiciones muy enfrentadas. La dirección de CaixaBank dio por finalizado el periodo informal de consultas previas el pasado martes al constatar que no había habido ningún avance tras once reuniones. Mientras, el sindicato mayoritario, CCOO, ha criticado el "inmovilismo" mostrado hasta el momento por la dirección en la negociación y UGT ha insistido en que no aceptará "ni un solo despido forzoso".

Otro reflejo de la posición firme de CaixaBank es que lejos de esperar a la solución del ERE para comenzar la transformación de 250 oficinas en su modelo Store, meros supermercados de productos (desde teléfonos móviles Samsung a alarmas de Securitas Direct) pero sin servicio de caja para el cliente, está acelerando las obras.

De estas oficinas “ya están expulsando a los más veteranos” señala otra trabajadora de CaixaBank que la han trasladado de una oficina Store que ahora mismo están remodelando en un barrio de Madrid y a la que ya le han señalado que no volverá cuando se produzca la reapertura.

El ERE de CaixaBank puede suponer la mayor salida de trabajadores de sucursales bancarias en España, pero detrás ya se está preparando la del Banco Santander que, con parámetros parecidos, puede superar los 3.000 empleados. Mientras, el cliente solo constata que el servicio que recibe es cada vez peor.

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