El personal del metro de Barcelona volverá a hacer huelga
para protestar por la gestión de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB)
ante la presencia de amianto en las instalaciones del suburbano.
Los paros serán de cuatro horas por turno y se realizarán
los próximos lunes 8 y 29 de abril. Es la opción que se ha acabado imponiendo
por mayoría, con 167 votos, en lugar de una convocatoria de huelga a la vieja
usanza durante 24 horas, que se ha quedado con 97 votos en las asambleas de
trabajadores celebradas este jueves en turnos de mañana y tarde en el Casinet
d’Hostafrancs.
La apuesta por realizar paros durante cuatro horas supone un
paso más en el desencuentro entre los trabajadores y la empresa. Los efectos
serán superiores a los que tuvieron los paros de dos horas por turno durante el
último Mobile World Congress y, en la práctica, el sistema no se normalizará
durante todo el día por el tiempo que conlleva el restablecimiento de los
horarios de manera progresiva.
Los paros de cuatro horas tendrán efectos durante
prácticamente todo el día
El abismo abierto entre empresa y trabajadores les ha
llevado a aumentar la protesta. Más aún cuando el diálogo entre el comité de
empresa y la dirección es inexistente. La última vez que se vieron las caras
fue el domingo antes del congreso de telefonía móvil en una mesa de mediación
del departamento de Treball para intentar salvar sin éxito aquella huelga
después de varias semanas sin ningún contacto entre ambas partes. Desde
entonces, no han vuelto a hablar entre ellos aunque ambos se han movido.
Los sindicatos recogen firmas pidiendo la dimisión del
consejero delegado, Enric Cañas, porque consideran que no se está garantizando
la protección de los trabajadores frente al material con potencial cancerígeno
y que la compañía está relativizando un problema de salud.
El diálogo es inexistente y las posiciones entre sindicatos
y dirección están muy alejadas
Por su parte, TMB ha anunciado esta misma semana un estudio
higiénico personalizado de los puestos de trabajo de los 22 empleados a los que
se les han detectado afectaciones pleurales en diversos grados derivadas del
contacto con el amianto. Ninguno reviste gravedad y todos ellos siguen
trabajando en el mismo lugar, a la espera del estudio. Además, junto a la
Agencia de Salud Pública, se tomarán muestras ambientales en 26 estaciones y
varios túneles para confirmar que no hay restos de fibra de amianto en los
espacios por los que transitan los usuarios del suburbano, como ya han indicado
las anteriores 200 muestras tomadas.
Mientras tanto, se siguen realizando controles médicos en el
hospital Vall d’Hebron a más de un millar de personas que han trabajado en las
instalaciones en las que se ha detectado amianto o donde se han realizado
tareas de mantenimiento con las unidades en las que se ha detectado el material
cuestión en los bajos. La Generalitat se comprometió en diciembre a licitar la
compra de nuevas unidades de metro para retirar de la circulación en los próximos
cuatro años todos los trenes de las líneas 1 y 3 en los que se detectó pintura
bituminosa aunque aún no se ha materializado.
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