El 10 de enero. Ese es el día en el que Caixabank y los
sindicatos se verán las caras para empezar a negociar cómo afectará a la
plantilla el nuevo plan estratégico 2019 - 2021 de la entidad. Será la primera
reunión en la que se presentará la propuesta de la empresa, y que tendrá que
ser estudiada posteriormente por los representantes de los trabajadores.
Los sindicatos temen que se pueda plantear un Expediente de
Regulación de Empleo (ERE) en el que abandonen la entidad entre 2.000 y 2.500
trabajadores. Sería la consecuencia, dicen, del cierre de 821 oficinas
bancarias en los próximos tres años. De este modo, al cierre completo del plan,
la entidad contará con 3.640 sucursales frente a las 4.461 que tiene en este
momento.
Según explican fuentes sindicales la dirección del banco ha
planteado su intención de poner encima de la mesa un despido colectivo, la
modificación sustancial de las condiciones de trabajo y la movilidad geográfica
para algunos de sus empleados.
El modelo 'Store'
La mesa de negociación que se constituirá el próximo 10 de
enero servirá como inicio de unas negociaciones que serán intensas. El propio
consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, explicaba en Londres en la
presentación del plan estratégico que su intención es que haya una negociación
que permita “hacer frente de la mejor manera posible” la nueva organización.
El objetivo de Caixabank es reorganizar toda su red
comercial para ajustarla a las demandas de los clientes. Para ello cerrará 821
sucursales, pero ampliará su modelo de oficina Store para llegar a las 600 lo
que supone duplicar su cifra actual. Se trata de oficinas más grandes con mayor
especialización de los gestores y un horario de atención continuado hasta las
seis y media de la tarde.
Al ser oficinas más grandes permiten la presencia de una
media de doce trabajadores frente a los cuatro de una oficina normal. Atienden
a cerca de 7.800 clientes, casi tres veces más que las agencias tradicionales.
Esto supone un aumento de productividad por empleado del 21%, según datos de la
propia Caixabank.
Además, el banco que lidera Gonzalo Gortázar quiere también
reforzar el servicio de atención virtual inTouch, que permite tener un gestor
personal online. La intención es que muchos de los trabajadores de las oficinas
que puedan cerrar también vayan a reforzar este servicio. ¿Objetivo? Alcanzar
los 2,6 millones de clientes a finales del 2021.
También se quiere reforzar Agrobank, la rama centrada en las
zonas rurales y con la que se busca evitar la exclusión financiera.
Todas estas variantes son las que se están teniendo en
cuenta, explican fuentes de Caixabank, a la hora de plantear la propuesta a los
sindicatos el próximo día 10. Será entonces cuando se conozca con exactitud el
número de trabajadores que podrían verse afectados por un Expediente de
Regulación de Empleo. Lo que sí dejan claro, y ya lo dijo Gortázar en Londres,
es que el ajuste no será directamente proporcional al cierre de oficinas.
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