La tradición gastronómica es, sin duda, uno de los elementos
más característicos de la Navidad. Cada jornada festiva se identifica con unos
platos propios que, pese a la introducción de nuevas costumbres y la evolución
de las técnicas culinarias, se mantienen prácticamente intactos con el paso de
los años.
Dos de las preparaciones navideñas más características en
Cataluña son los galets en la escudella del día de Navidad y los canelones en
el día de San Esteban. Su arraigo a la cultura popular se demuestra en el hecho
que, según datos de El Pavo, marca del Grupo GBfoods (Gallina Blanca), las
familias catalanas consumirán este año más de 5 millones de platos de galets y
más de 5 millones de platos de canelones.
Aunque las fiestas navideñas es la época del año que más
galets y canelones se consumen, hay factores que están contribuyendo a su
desestacionalización, como el movimiento foodie y el interés de los
consumidores por la alta gastronomía, que ha permitido el desarrollo de
preparaciones alternativas a las tradicionales; especialmente en el caso de los
canelones. Pese a ello, en las fechas navideñas nos mantenemos fieles a los
sabores de siempre.
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