Las familias más acaudaladas de España se lanzan al capital
riesgo para exprimir al máximo sus ahorros en la era de los tipos cero. Dos de
las familias del empresariado español de mayor renombre –los Carulla Font,
dueños de Gallina Blanca, y la rama de los Fluxá que dirige Camper– obtuvieron
ayer el visto bueno de la CNMV a sus sociedades de capital riesgo.
Por un lado, el regulador de los mercados dio luz verde a la
sociedad Lake Ventures. Esta compañía está gestionada por el Multifamilly
Office MdF Partners. Según el Registro Mercantil, su presidente es Lluís
Carulla Font, hijo de Lluís Carulla Canals, fundador del emporio catalán
Agrolimen, que incorpora firmas como Gallina Blanca o Avecrem. Tras la muerte
del patriarca, Carulla Font forma parte de la dirección del grupo familiar,
junto a sus hermanos Jordi, Mariona, Montserrat, Aurèlia y Artur.
Adriá Carulla Ruiz, hijo de Lluís Carulla Font, figura como
secretario. De acuerdo a La Información, Carulla Ruiz consiguió este verano
vender su startup Promofarma al gigante suizo de la farmacia Zur Rose. Se trata
de una plataforma de venta de productos de parafarmacia que estaba participada
también por los fondos Kibo Ventures y Vitamina K y Atresmedia.
Al mismo tiempo, la CNMV ha dado el visto bueno a la
sociedad de capital riesgo Blainville, administrada por la boutique financiera
Altamar. El presidente de esta compañía es Lorenzo Fluxá Ortiz. Y su único
accionista es la sociedad Forch Med, cuyo mayor activo es la marca de calzados
Camper y cuenta con el 30% de la hotelera Iberostar.
Fluxá Ortiz pertenece a la rama de la familia mallorquina
que decidió continuar con el negocio familiar del calzado. Mientras, su tío
Miquel Fluxá Roselló fundó la cadena de hoteles que ahora preside. Esta rama
familiar está habituada a la inversión y cuentan con una sicav, Capitalza, que
rentó un 2,8% en la primera mitad de 2019 y cuenta con participaciones en dos
fondos de capital riesgo de Arcano.
Ni los Carulla ni los Fluxá son las únicas familias
españolas de rancio abolengo que se deciden por invertir en capital riesgo a
través de sus propias sociedades. Recientemente la CNMV le autorizó Baria
Investments, una compañía lanzada por la familia almeriense Cosentino, dueños
de la firma Silestone. También los Entrecanales Franco –dueños de Acciona–
lanzaron una sociedad similar. Ambos casos están asesorados por Arcano.
Tradicionalmente, las grandes fortunas optaban por invertir
su dinero en activos más tradicionales. A través de las sicavs –con las que
obtenían rebajas fiscales a cambio de abrir el producto a otros inversores y
tener, al menos, 100 accionistas– apostaban por Bolsa o deuda. Sin embargo, la
renta variable no goza de la buena salud de antaño y la era de los tipos cero
ha hundido la rentabilidad de la renta fija incluso en terreno negativo. A esto
se le suma los cambios legales que prepara el nuevo Gobierno para estrechar su
control. Todo ello provoca que busquen nuevos productos, entre los que destaca
el capital riesgo.
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