Los productos agrícolas multiplicaron su precio en enero por
más de cuatro desde la cotización en el campo hasta el precio de venta al
público en las tiendas, mientras que los derivados de la ganadería (carne,
huevos, leche) triplicaron su precio.
De este modo, el Índice de Precios en Origen y Destino
(IPOD) de productos agrarios y ganaderos publicado por COAG se situó en 4,15.
La mayor diferencia se produjo en las patatas, que costaron
en las tiendas 7,35 veces más que el precio pagado a los agricultores en el
campo, al cotizar a 0,17 euros por kilo en origen y venderse en destino a una
media de 1,25 euros.
Igualmente, las cebollas multiplicaron su precio por más de
siete, al comercializarse a una media de 1,44 en los lineales, frente a 0,20
euros en origen, es decir, la cuantía que recibe el productor.
Asimismo, los ajos, el repollo, las mandarinas y las
naranjas multiplicaron por más de seis su cotización del campo a la mesa de los
consumidores.
En concreto, los ajos marcaron un precio en origen de 0,82
euros por kilo, frente a los 5,36 euros en destino, mientras que el repollo se
pagó a 0,19 euros por kilo al agricultor, frente a los 1,25 euros que
desembolso el consumidor.
Las mandarinas, por su parte, fijaron un precio en origen de
0,32 euros por kilo en el primer mes del año, frente a los 1,95 euros en
destino, y las naranjas pasaron de una cotización de 0,25 euros por kilo en el
campo a 1,60 euros en la mesa.
En el caso de los productos ganaderos, la ternera
cuadruplicó su precio, mientras que el conejo, el cerdo, el pollo y el cordero
lo triplicaron y la leche y los huevos lo multiplicaron por dos.
De hecho, una de las demandas de los agricultores y
ganaderos, que se están movilizando estos días en diversas comunidades
autónomas, es reequilibrar la cadena agroalimentaria con el fin de evitar los
abusos que sufren, para lo que reclaman un precio "justo" por Ley que
permita, "al menos", cubrir los costes de producción.
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