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jueves, 14 de marzo de 2019

NUEVO ERE EN CODORNIU - 79 TRABAJADORES AFECTADOS


 celebrate happy new year GIF by O&O, Inc

Sólo cuatro meses después de que Ramon Raventós Basagoiti asumiera la dirección general del grupo Codorniu Raventós, este lunes se anunció a la plantilla de la compañía un nuevo ERE (expediente de regulación de empleo) que afectará a 79 trabajadores. La empresa argumenta la necesidad del ajuste de plantilla para “focalizar los recursos en la adecuación del negocio, y en el crecimiento y construcción de las marcas de mayor valor”, y señala que se reajustarán todas las áreas de negocio.

De los 79 trabajadores afectados por el ERE –de una plantilla de unos 700 empleados–, 43 corresponden al centro de Sant Sadurní d’Anoia, 26 al de Esplugues de Llobregat y 10 al de Raimat. En el caso de las oficinas de Esplugues, supondrá el traslado de los empleados a las históricas cavas de Sant Sadurní. El traslado, según la dirección, “permitirá aprovechar las sinergias y las polivalencias de todos los departamentos, para lograr una visión transversal del negocio y de los procesos, agilizando así la toma de decisiones y potenciando el trabajo en equipo”.

La compañía asegura que la reestructuración se hará de forma socialmente responsable, ofreciendo un plan de prejubilaciones y programas de acompañamiento para los empleados afectados. La dirección afirma que la representación de los trabajadores (Comisiones Obreras es la fuerza mayoritaria con cerca del 90% de los delegados) “está haciendo un trabajo exigente pero constructivo, y contamos con su participación para el desarrollo del proyecto en el futuro”.

Tras confirmarse en octubre del año pasado la compra de Codorniu por parte del fondo de inversiones norteamericano Carlyle, CC.OO. exigió a la nueva dirección del grupo “garantías de futuro para los trabajadores”. Los comités de empresa de Esplugues, Raimat y Sant Sadurní quisieron trasladar ayer a la plantilla un mensaje de “fuerza y unidad”, y anunciaron que “vamos a trabajar al máximo para intentar minimizar los posibles efectos negativos de esta decisión tomada por la dirección de la empresa”.

En su comunicación a los trabajadores, el director general del grupo señala “la vuelta al origen y la concentración del esfuerzo en el trabajo en nuestro viñedo es la única vía posible para asegurar el futuro de la compañía para generaciones venideras y del propio sector”. Y añade que “necesitamos recuperar la humildad necesaria para cultivar con respeto y honestidad, y para atender al cliente como se merece”.

En mayo del 2017, Codorniu y los sindicatos ya pactaron, por amplia mayoría, un ERE que afectó a 71 empleados. Inicialmente la empresa había planeado despedir a 93 trabajadores. A finales de octubre del 2017 el aquel entonces director general de Codorniu, Javier Pagès, aseguró que ese sería el último reajuste de la plantilla.

En noviembre del 2018 Carlyle, que se hizo con más del 55% del capital de Codorniu por 390 millones de euros, anunció la compra del grupo de bodegas Gleva, para fusionarlo con Codorniu.

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