España tiene una de las facturas de luz más caras de Europa y en octubre subirá por cuarta vez en 2013, un 3,1% por la subasta energética de mayoristas. 

El caso es que la mitad de lo que pagan los consumidores no es por la electricidad: se va a impuestos, subvenciones como las de las renovables o el carbón, el presupuesto de la CNE o a cubrir un déficit que no ha parado de crecer desde 2006 y roza los 30.000 millones. ¿Es posible rebajar la factura?


Con las modificaciones sobre la tarifa desde 2012 el precio se ha incrementado un 8% y en los últimos seis años acumula una subida del 70% -datos de Eurostat-. La última proviene de las subastas de energía, un tema pendiente de resolver por el Gobierno. La Comisión Nacional de la Energía investiga a las eléctricas por una posible manipulación en la fijación de los precios y la OCU denuncia el sistema, dado que los que compran y venden son los mismos: las cinco grandes eléctricas copan el 90% de la compraventa en las subastas.

De una factura de 51 euros, 11,8 son para las subvenciones a las energías renovables y casi 5 euros se destinan a amortizar deuda“Las comercializadoras, tanto de gas como de electricidad, ofrecen tarifas muy similares, con escaso ahorro para el cliente y con muy poca transparencia”, subraya un portavoz de la organización de consumidores. Por eso,  ha puesto en marcha este mes una iniciativa para intervenir en el proceso con una compra colectiva y presionar así a la baja los precios. Aunque fuentes del sector dudan de que puedan conseguirlo.

La luz, ni la mitad de la factura
Pero los consumidores no se quejan solamente del sistema de subastas, que es uno de los temas que tiene el Gobierno en su agenda para este otoño. En julio el incremento se debió al cambio del método de facturación, que daba más peso a la potencia contratada. Y hace unas semanas se volvieron a aprobar las ayudas del carbón y se sigue pagando a la industria por el sistema de interrumpibilidad -que se les pida dejar de usar el suministro en caso de pico de consumo, pese a que en España sobra potencia, la capacidad de abastecimiento duplica el pico de consumo de 2007-.

De la factura de un hogar medio, con un consumo de entre 45 y 55 euros al mes,  el 20%, unos 10 euros corresponden a la energía,  4,4%, es decir, unos 2 euros costean el transporte de la misma y el 13,6%, 7 euros, la distribución, de acuerdo con los cálculos de UNESA. De una factura de 51 euros, 11,8 son para las subvenciones a las energías renovables -los consumidores pagan en total unos 7.000 millones para las primas a las energías verdes- y casi 5 euros, el 9,6% del total se destinan a amortizar deuda.

Otros 11 euros -aproximadamente- son impuestos -el 18% de IVA y el 5,113% sobre la electricidad- y 4,5 euros, entre el 8 y el 9%, se pagan para cubrir otros costes, es decir, cubrir la moratoria nuclear, la gestión de residuos radioactivos la capacidad del ciclo combinado, las ayudas al carbón, el bono social y la compensación extrapeninsular. La CNE también se financia a través de un porcentaje de la factura.