La escalada de precios experimentada por el recibo de la luz y la gasolina en  plena recesión económica ha hecho que los consumidores los miren con lupa.  También el de la telefonía móvil, un sector en el que, aunque la entrada de los  operadores secundarios ha forzado una bajada de tarifas significativa, los  consumidores españoles soportan uno de los precios de ADSL más altos de la Unión  Europea.
Con el poder adquisitivo de las familias en caída libre, cada subida causa  estragos en las economías domésticas y empuja a los consumidores a revisar y  reclamar  hasta el último céntimo.
La luz: nueva factura y mismos problemas
El culebrón de la factura de la luz, que se prolonga desde hace meses -años,  en realidad-, es el mejor ejemplo. El nuevo recibo de la luz ha entrado en vigor  el 1 de abril. Ese día Red Eléctrica publicaba los parámetros o perfiles de  consumo aplicables al nuevo sistema de facturación eléctrica -se podrán  consultar cada semana en su web-. En la práctica, supone la aplicación de unos  estándares comunes con variaciones significativas en función de la hora del día.  Así, en el horario prime time -entre las 9 y las 11 de la noche-, el  coeficiente va a ser hasta cuatro veces más elevado que durante las horas de  madrugada -de 4 a 6 de la mañana-, un sistema que complica, y mucho, el ahorro  energético.
Contempla cuatro modelos de facturación: para consumidores con  contadores analógicos (la gran mayoría), con contadores digitales, con precio  fijo para el conjunto del año o con acuerdo bilateral del precio.
La primera consecuencia del nuevo sistema de facturación, que sustituye al  anterior de subastas, utilizadas como referencia hasta diciembre del año pasado,  es la devolución a los consumidores de electricidad de cerca de 300 millones de  euros por parte de las eléctricas anunciada por el ministro de Industria, José  Manuel Soria. La causa, la diferencia del precio medio establecido por el  mercado eléctrico en el primer trimestre del año (26 euros por megavatio hora)  frente al precio fijado provisionalmente por el Gobierno tras suspender la  subasta eléctrica en diciembre (48 euros).
Esta devolución se realizará a través de una refacturación. La CNMC publicará  el importe acordado el próximo 15 de mayo. De momento, la Organización de  Consumidores y Usuarios (OCU) ha establecido la cifra en unos 40 euros por  usuario.
El nuevo modelo mejora la competencia, "lo que debería traer cambios  positivos" a los consumidores, según Bruselas. Pero la CE alerta de las  dificultades que entraña el nuevo sistema, teniendo en cuenta que la mayoría de  los hogares no tendrá un contador adecuado hasta 2019.
A la complejidad del nuevo sistema se suma la pervivencia de los problemas no  resueltos, como la falta de claridad en los costes de la electricidad, o la  falta de competencia real en un mercado dominado por cuatro grandes compañías,  un problema que vienen denunciando las comercializadoras independientes y  organizaciones de consumidores. Incluso el propio ministro Soria manifestó sus  "sospechas de manipulación del precio" en la última subasta eléctrica que  finalmente fue suspendida.
Gasolina: caen los precios pero no en España
El precio de los carburantes, de los más caros de Europa, han puesto a las  prácticas de las grandes energéticas bajo sospecha. La gasolina subió un 25%  el año pasado, el 11% en el caso del gasóleo. Se trata de uno de los precios  antes de impuestos más caros de la UE. Según el informe de enero de la CNMC, el  margen bruto -es decir, el precio antes de impuestos menos la cotización  internacional- se disparó ese mes un 25% interanual. El informe del supervisor  señalaba más: las tres firmas que controlan el sector en España (Repsol, Cepsa y  BP) muestran de nuevo "precios muy alineados, que superan entre dos y tres  céntimos de euro por litro a los de las estaciones de servicio  independientes".
El aumento del margen bruto ha causado sorpresa incluso en el entorno del  Ministerio de Industria, sobre todo teniendo en cuenta las bajadas  significativas de los precios internacionales desde el pasado mes de septiembre.  De hecho, el Gobierno modificó la Ley de Hidrocarburos para aumentar la  competencia en el sector, pero no ha dado resultados.
Las sospechas, y la investigación de la CNMC, se iniciaron a raíz de la falta  de relación directa entre la caída de los precios internacionales de referencia  y los que se reflejaban en España. Es lo que se denomina efecto cohetes y  plumas: mientras las subidas se reflejan en seguida en los precios, las  caídas apenas repercuten. A ello siguió el efecto lunes, el día de la  semana en el que se sospecha que las energéticas reducen el precio al ser el que  se toma de referencia para la comparación europea; y el efecto puente, la  subida de precios justo antes de un periodo de vacaciones, aunque sea  mínimo.
De momento, la CNMC mantiene la investigación abierta ante la sopecha de  pacto de precios. Eso sí, anque el precio de la gasolina ha subido un 0,7%  durante la Semana Santa -y supera el umbral de los 1,4 euros-, se mantiene un 3%  más barata que en las vacaciones del pasado año.
Telefonía: diferencias del 400% en banda ancha
España es el segundo país de la Unión Europea con el acceso a Internet más  caro, según el último informe del organismo presentado a finales de marzo. El  precio mínimo es de 38,7 euros para la banda ancha fija que más se contrata en  la UE, con una velocidad de 12 a 30 megas por segundo. Sólo Chipre tiene un  precio superior, con 46,2 euros. En el extremo opuesto, países como Lituania  tienen ofertas a partir de 10,3 euros. No hace falta irse tan lejos: el precio  en Francia puede ser hasta un 50% más barato que en nuestro país.
La CE destaca que las diferencias de precios entre países europeos pueden  llegar hasta el 400%. Los operadores en España han mostrado su desacuerdo con el  informe, y han destacado que los datos no recogen las promociones actuales, en  las que la mayoría de ofertas (el 93%) son conjuntas, con ADSL y móvil.
De momento, las cinco comercializadoras de referencia tienen previsto ofrecer  una tarifa anual hasta un 30% superior a la media registrada en abril, según las  ofertas facilitadas a la CNMC.

 




