El Gobierno ya ha cifrado cuánto va a ahorrar la seguridad social en los próximos años los jubilados perderán poder adquisitivo, al menos esta década.
Serán 32.939,95 millones de
euros acumulados entre 2014 y 2022, según la memoria del anteproyecto de la
reforma remitida al Consejo Económico y Social (CES).
El CES recibió este lunes el anteproyecto y la memoria de la reforma, a la
que ha tenido acceso este diario, que el
Consejo de Ministros estudió el viernes. En él se detalla la doble vía de
ajuste del gasto en pensiones que el Ministerio de Empleo quiere tener lista
antes de fin de año.
1) Por un lado, se prevé cambiar la fórmula de actualización
anual de prestaciones, ahora
ligada al IPC, para vincularla a los ingresos y los gastos del sistema,
fijando un suelo para los años de déficit (0,25%) y un techo para los de
superávit (inflación más el 0,25%).
2) Por otro, se pretende crear un nuevo parámetro (como la edad legal de
jubilación, los años cotizados o el periodo de cómputo) que contemplaría la
esperanza de vida desde los 67 años para calcular la cuantía inicial de la
pensión, que comenzaría a actuar desde 2019, y que se actualizaría cada cinco
años.
El recorte del gasto en casi 33.000 millones acumulados entre 2014 y 2022
llega por la combinación “respecto de la situación estimada en ausencia de los
mismos”, explica el informe en la página 29. No obstante, el ahorro se produce
de forma creciente. Para el próximo año, el impacto se notaría muy poco: unos
809 millones (el gasto presupuestado en pensiones contributivas este año es de
106.000 millones). Al siguiente, ya sumaría 1.637,74 millones. La cantidad crece
año a año hasta 2020, cuando el recorte asciende a 5.234 millones. Entonces la
cantidad se estabiliza.
“Ahorrar no es recortar. Es ahorro sobre el crecimiento previsto”, defiende
el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, que relaciona los
33.000 millones menos de gasto con el billón que supondrán las pensiones en ese
periodo. “Nadie tendrá pensiones más bajas por esto. Lo que hacemos es reordenar
el sistema para reequilibrarlo. Entre 2012, 2013 y 2014, el déficit superará los
35.000 millones”.
Para hacer sus números la Seguridad Social prevé que la inflación en estos
nueve años sea del 1%. Esto arroja unos resultados bastante conservadores. Solo
el plan de estabilidad del Ejecutivo prevé para 2014 una inflación del 1,5%, y
del 1,7% para el siguiente año. De tomarse estas cifras, el recorte de gasto
futuro sería mayor: solo en 2014, casi el doble.
Estos resultados evidencian que durante los primeros años los pensionistas
perderán poder adquisitivo, al menos durante el próximo lustro. Y que, a tenor
del techo propuesto por el Ejecutivo para los años buenos (IPC más el 0,25%), es
muy probable que los pensionistas necesiten mucho más tiempo para recuperar el
terreno perdido.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, por su parte, optó este lunes en Onda
Cero por mirar a los últimos 15 años pasados para justificar su propuesta de
reforma y no por los cinco futuros: “Si se hubiese puesto en marcha en el año 96
ó 97 la revalorización de las pensiones con este nuevo índice, el resultado
habría sido que en 16 años se hubiera subido el IPC más el 0,25% en 14 de ellos
y sólo en los dos últimos años habrían subido, aunque menos del IPC”. Pero es
difícil que ese pasado se repita. Las previsiones económicas inmediatas son
lúgubres y auguran altas tasas de paro —el empleo y sus cotizaciones son la
fuente de financiación de las pensiones— hasta al menos 2020. El FMI la sitúa
por encima del 25%. Además, conforme avancen los años, España camina hacia la
generación del baby boom, que llevará el número de pensionistas en 2052
hasta los 15 millones desde los nueve millones actuales
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