El Instituto Catalán de Finanzas (ICF), el banco de la Generalitat, ha concedido un préstamo de 8 millones de euros a Panrico. La planta catalana del fabricante de Donuts y Bollycaos, ubicada en Santa Perpètua de Mogoda, atraviesa una grave crisis: entre octubre y mayo vivió la huelga más larga que recuerda Cataluña, un paro contra 745 despidos en toda España, casi un tercio en la planta del Vallès, la más castigada de todas, de los que se han materializado más de 70.
La histórica empresa de bollería, que en otoño llegó a suspender el pago de nóminas para priorizar a los proveedores, y que presentó preconcurso de acreedores, aunque no lo acabó materializando; solicitó el préstamo al ICF para hacer frente a sus gastos y a las pérdidas provocadas por la crisis. Sin dar cifras, la dirección que capitanea Carlos Gila ha hablado durante todo el conflicto de que la huelga ha provocado “pérdidas millonarias”. Sí se conoce la cifra de las deudas que acumula Panrico: 700 millones y del ahorro anual que persigue el drástico recorte de personal, 50 millones.
La concesión de un préstamo a Panrico por parte de la Generalitat es una cuestión que sobrevuela desde la vuelta de vacaciones en las asambleas que todavía celebran los trabajadores de la planta catalana. “La entrega directa o mediante un préstamo de fondos a Panrico es considerado por los trabajadores como una financiación directa de los despidos”, afirman fuentes conocedoras del desarrollo de las asambleas. “Es escandaloso tras ocho meses de huelga y cuando la empresa ha reiterado el derecho de huelga ante la pasividad insultante del departamento de empresa y empleo”, afirma un activo trabajador durante la huelga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario